No hay razones futbolísticas que expliquen la no renovación de Joaquín Larrivey en la Universidad de Chile. Todo lo demás puede ser discutible: la edad del jugador, extensión del vínculo, condiciones económicas, menos el aporte deportivo de un goleador intratable. El atacante hizo goles desde que llegó. En este certamen es el máximo anotador y el año pasado fue el segundo artillero del campeonato con 19 tantos, uno menos que Fernando Zampedri.
¿Cuáles serían los motivos para postergar la renovación del mejor futbolista del equipo? Quizás consideren que recién comenzada la segunda rueda es muy prematuro para fichajes o renovaciones. Considerando que seis meses antes del final del contrato un futbolista puede negociar como agente libre, el mínimo criterio indicaría que cada semana que pase es una posibilidad para que el delantero argentino reciba una oferta tentadora de otro club.
Otro argumento puede ser la edad. Larrivey cumplió en agosto 37 años. Está más cerca del final de su carrera. Muchos argumentan que en la vereda del frente, el actual momento auspicioso de Colo Colo se debe, entre otras razones, a que bajaron el promedio de edad de su plantilla. Cierto. Pero ambos ejemplos no son correspondientes. Los albos no renovaron con jugadores como Paredes, Valdivia, Fernández, Barroso, Mouche, todos buenos futbolistas, ninguno que rinda como lo hace Larrivey. Lo del delantero es genuina actualidad goleadora, no un nombre ilustre atado a una historia enorme, pero un presente deslavado.
No ha lugar.
Otro argumento es la ausencia del nuevo director deportivo de los azules, Luis Roggiero. Sin el encargado de fútbol, mal se podrían tomar decisiones relativas a las renovaciones o contratos. Sin embargo la ausencia de Roggiero no es tan relevante a la hora de contratar a Junior Fernandes (seguramente será un aporte) o el joven venezolano Anderson Contreras, de 20 años. Y ahí llegamos a un nudo central. Hace varios meses ronda por las oficinas de Azul Azul el nombre de esta promesa venezolana. Cuando Sergio Vargas y Rodrigo Goldberg eran directores deportivos, no aprobaron su arribo. Consideraban que el club debe generar futbolistas de 20 años y no salir a buscarlos al exterior. Apenas ambos salieron, Contreras fue anunciado como fichaje azul. Agregar un dato determinante: el venezolano viene lesionado. Aún está en período de convalecencia tras sufrir una rotura de ligamento.
¿Por qué Anderson Contreras llega ahora, lesionado, si su contratación no fue visada ni siquiera cuando estaba sano? ¿Qué cambió?
Llegamos a la pregunta que atraviesa todo el fútbol chileno. ¿Quién trae a Anderson Contreras? Rafael Faría, El mismo intermediario que ha traído muy buenos jugadores venezolanos a Huachipato, como Rómulo Otero y Yeferson Soteldo. Huachipato, el club que es controlado por Victoriano Cerda, muy cercano a Fernando Felicevich, el representante más importante de la plaza, el que hace rato participa en la llegada de muchos jugadores de en el cuadro azul, como Junior Fernandes.
Larrivey no es de Felicevich.
Eso explica la tardanza excesiva en su renovación y la rápida contratación de otros.