Columna de Opinión

El pasado 8 de octubre finalizó el Foro Global de la Economía Social realizado en la Ciudad de México 2021, con participantes provenientes desde más de 50 países del mundo de manera presencial y virtual, al igual que muchas de sus actividades.

Es la primera vez que este Foro se celebra en América Latina, lo cual es particularmente importante en
una región que con cerca del 8% de la población mundial, ha sufrido más del 25% por ciento de muertes por la Pandemia del Covid a nivel global.

Si bien vemos una recuperación paulatina en términos sanitarios en nuestra región, las secuelas económicas se percibirán en el próximo decenio y no existe margen para que la reactivación económica siga perpetuando las desigualdades estructurales que caracterizan a nuestras sociedades.

Es así que el tema central del Foro es de qué manera los Gobiernos Locales, a través de la Economía Social, pueden crear una nueva arquitectura económica que permita a las comunidades enfrentarse a la crisis actual de una manera más inclusiva y sostenible, garantizando un acceso al trabajo digno, que a través del emprendimiento social pueda aproximarse a mercados y empresas locales.

Para ello, contaron con la participación de importantes autoridades locales que desde distintas partes del mundo se encuentran impulsando la Economía Social desde los Territorios, como Valérie Plante, alcaldesa de Montreal, Canadá, Oh Se-hoon, alcalde de Seúl, Corea del Sur; Juan María Aburto, alcalde de Bilbao, España; Perre Hurmic, alcalde de Bordeaux, Francia; Soham El Wardimi, alcaldesa de Dakar, Senegal y Claudia Sheinbaum, alcaldesa de la Ciudad de México.

Así también, participantes desde organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo, la OECD, Unión Europea, Alianza Cooperativa Internacional, organizaciones de la sociedad civil y fue inaugurado, entre otras personas, por el ex Presidente de Uruguay, Pepe Mujica.

En ese contexto, desde el Centro Internacional de Economía Social y Cooperativa (CIESCOOP) de la Universidad de Santiago pudimos participar relatando la experiencia que actualmente nos encontramos desarrollando junto al Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS) en el marco de las Estrategias de Desarrollo Local Inclusivo que viene trabaja SENADIS junto a Gobiernos Locales a nivel nacional.

Esta iniciativa busca implementar un Modelo de Incubadoras de Cooperativas Inclusivas, que actualmente se encuentra ejecutando junto a las Municipalidades de Copiapó, Coquimbo, Monte Patria, Quillota, Isla de Maipo y Chimbarongo.

Así también, nos encontramos impulsando una Red para el Fomento de Incubadoras de Cooperativas Inclusivas (REFICOOP), que permita a los gobiernos locales gestionar y potenciar la generación de emprendimientos inclusivos con grupos pre asociativos de personas con y sin discapacidad, apoyando la creación, formalización y sostenibilidad de Cooperativas Inclusivas, que busquen generar ingresos a sus comunidades.

Según Mario Radrigán, director del CIESCOOP USACH, si bien en Chile el modelo empresarial cooperativo es de larga data, casi 160 años desde que se crea la primera cooperativa en nuestro país, este modelo ha tenido un desarrollo sostenido con sus altos y bajos.

Por ello, con el objetivo de promover el modelo de Economía Social y Cooperativa para la Integración Sociolaboral de Personas con Discapacidad en Chile, es que además hemos incorporado a instituciones internacionales que se encuentren apoyando el fortalecimiento de REFICOOP, entre las que se cuentan la Confederación Española de la Economía Social – CEPES, el Consorzio Sociale Abele Lavoro de Italia y el Grupo Social ONCE de España.

Tan sólo en Europa, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), estima que
existen más de 2,8 millones de entidades de la Economía Social, que otorgan más de 13,6 millones de empleos, lo que representa el 6,3% del empleo y el 8% del Producto Interno Bruto a nivel europeo.

En Chile, si bien no todas estas entidades están conformadas de manera legal, actualmente aportan con el 5% del empleo, lo que equivale al 3,5% del PIB. En la actualidad, existen en Chile más de 310.000 empresas y organizaciones vigentes, de las cuales más de 230.000 se encuentran activas y no son empresas privadas lucrativas clásicas, ni tampoco son empresas públicas; sino más bien, generan bienes y servicios de forma continua a sus asociadas y asociados y a la comunidad en general.

Por tanto, existe un claro diagnóstico de que la recuperación post pandemia debe realizarse desde los
territorios, hay un camino inmediato para hacerlo de manera correcta, el de la Economía Social y Cooperativa.

Foto: Indap