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Las autoridades colombianas capturaron a Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, el narcotraficante más buscado de aquel país, en una operación conjunta entre el Ejército, la Policía Nacional y la Fuerza Aérea en la región de Urabá, en Antioquia.

El Gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa por el capo de hasta cinco millones de dólares según recogen varios medios colombianos. De hecho, “Otoniel” es el líder del grupo armado con mayor presencia en Colombia, el “Clan del Golfo”, según recoge el diario “El Espectador”.

El presidente colombiano, Iván Duque, se desplazó hasta el lugar del arresto, en donde realizó una conferencia de prensa en la que manifestó que esta captura es "solo comparable a la caída de Pablo Escobar en los años noventa".

Para Duque, la detención de Úsuga es "el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo" en su nación. El narcotraficante está acusado de enviar toneladas de cocaína haca Centroamérica y Estados Unidos por la región de Urabá, recoge la cadena RNC.

El mandatario definió al narcotraficante como un "asesino de policías, de soldados, de líderes sociales, además de reclutador de menores".Por su parte, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, explicó que el “Clan del Golfo” se había convertido en la "mayor amenaza" por el elevado nivel de cocaína que enviaba a mercados de Estados Unidos y Europa, el "mayor número de toneladas" de Colombia.

La operación para detener a Úsuaga, conocida como “Agamenón”, se prolongó durante los últimos cinco años e incluyó, en total, el desplazamiento de más de mil policías y militares.

Además, hasta el lugar del arresto se desplazaron 150 unidades de inteligencia. Contra el narcotraficante había activas 122 órdenes de captura, y una solicitud de extradición a Estados Unidos.