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La Justicia rusa declaró este jueves culpable de posesión y contrabando de drogas a la basquétbolista estadounidense Brittney Griner, quien fue detenida en febrero pasado en el aeropuerto moscovita de Sharemétievo luego de que los funcionarios de aduanas hallaran en sus maletas cartuchos de vapeador que contenían aceite de cannabis, que es ilegal en Rusia. 

La deportista aseguró que lo utilizaba con fines medicinales, pero de nada sirvió ya que el tribunal condenó a 9 años de prisión a la estrella del baloncesto de EE.UU.

Griner, estrella de Phoenix Mercury de la WNBA, estaba jugando en el UMMC Ekaterinburg de la liga rusa mientras la liga estadounidense estaba con un parón de temporada, y fue detenida en el aeropuerto, donde aseguró que no recibió una explicación de sus derechos ni acceso a un abogado tras el arresto.

La baloncestista admitió este jueves haber cometido "un error", y esperaba antes que se diera el veredicto que "revisar las maletas a la rápida" no acaben arruinando su vida.

"Cometí un error sin mala intención y espero que el fallo no acabe con mi vida", dijo la famosa deportista, de 31 años. La jugadora agregó que "no conspiró ni planeó cometer el delito" que se le imputa.

Un caso que generó hasta la intervención del gobierno de Estados Unidos. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, tuiteó que el gobierno de Biden sigue considerando que Griner está detenida injustamente e incluso en un momento se pensó en un intercambio de prisioneros para que Griner estuviera de vuelta en su país.

Tras conocer la sentencia este jueves, el presidente Joe Biden la calificó de "inaceptable" y pidió a las autoridades rusas su liberación inmediata.