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Arquitecto Alejandro Aravena: "La nueva Constitución busca reglas para nivelar la cancha"

El profesional señaló que "creo que tenemos que sentirnos enormemente orgullosos como sociedad de que la manera de canalizar eso haya terminado siendo en un proceso de diálogo".

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  • Aton, editado por Belén Muñoz

  • Domingo 21 de agosto de 2022 - 16:56

El destacado arquitecto nacional y premio Pritzker 2016, Alejandro Aravena, afirmó que lo que busca la propuesta de nueva Constitución es nivelar y reducir la brecha entre lo legal y lo legítimo y es una buena base para levantar “la casa de todos”.

En entrevista a La Tercera, el profesional que ha expresado su apoyo por el Apruebo indicó que “a mí me parece que se ha reparado poco en que esto partió con una crisis que se tomó las calles y que perfectamente se podría haber perpetuado como batalla campal. Y creo que tenemos que sentirnos enormemente orgullosos como sociedad de que la manera de canalizar eso haya terminado siendo en un proceso de diálogo. No era para nada obvio que todo terminara en que rediscutiéramos la brecha entre lo legal y lo legítimo, y el ejemplo más emblemático es la Constitución. Por friccionado que haya sido el proceso, es un signo de civilidad. Y es un suelo que era necesario para siquiera empezar a contestar la pregunta: cómo vamos a vivir juntos”.

Sostuvo que “desde el punto de vista de la ciudad, tenemos enormes paños donde el Estado simplemente se replegó y no fue capaz de llegar, lo cual no solamente era el reflejo cotidiano de una cancha desnivelada, sino que generó una cantidad enorme de gente que está fuera de la cancha. Y a quienes están fuera no les puede importar menos el acuerdo simbólico de una Constitución. Ahí, en lugar del Estado de Derecho, lo que opera es la ley de la selva”.

Los narcos y la criminalidad tienen una habilidad enorme para identificar vulnerabilidades y ocupan el espacio donde el Estado no llega. La urgencia de generar reglas del juego que nos permitan reconstruir la convivencia y nivelar la cancha, lo que debiera lograr es que el Estado o la democracia puedan generar nuevamente una red de protección que evite que sea sustituida por esos poderes de la ley de la selva. Y creo que esta propuesta de Constitución tiene unas dimensiones que están mejor preparadas para hacerle frente a esa ausencia de civilidad que se ha generado producto de un modelo y de unas inequidades que venimos arrastrando por décadas”, manifestó.

Respecto a las críticas del Rechazo de que la iniciativa no logró ser “la casa de todos”, afirmó que “yo distinguiría el producto del proceso. Me parece que los fenómenos complejos tienen que enfrentarse como procesos más que como productos. Cuando yo hago un edificio, eventualmente tengo que poder entregarlo terminado y con todos sus componentes perfectamente definidos; se parecería más un producto. Pero cuando uno hace ciudad o viviendas, por ejemplo, al terminar el trabajo apenas empieza la vida de esos proyectos; es mucho más un proceso”.

Agregó que “la Constitución es una discusión compleja porque es la síntesis de un conjunto de expectativas, valores y reglas del juego de la convivencia colectiva. El que haya sido por medio de una elección popular, discutida a puertas abiertas en vez de parida entre cuatro paredes, le da un mayor potencial de acortar la brecha entre lo legal y lo legítimo. La sociedad en demasiados ámbitos tiene una brecha entre lo legal y lo legítimo, y la Constitución era una de esos. Por imperfecta que sea, la nueva Constitución está mejor parida que lo que tenemos. Antes de hacer una casa y antes siquiera de hacer los planos, uno hace bosquejos, que tienen esa doble condición de no tener todo detallado, pero sí lo esencial. En ese sentido, entendida como proceso, la nueva Constitución tiene un bosquejo que acepta más el poder constituirse como una casa de todos”.

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