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Francisca Delgado

El autor del libro “La caída de las AFP” explicó que las compras de arma en Chile son planes polianuales y que “existe una mala costumbre de que, aunque existe una pandemia o la peor crisis económica en los últimos 100 años, a nadie se le ocurra que es necesario revisarlos”. Y prevé que en los próximos 3 años se gastarán US$3 mil millones “en un escenario en que aún tenemos ollas comunes y enorme cantidad de demandas sociales y tenemos ad portas otro evento de protestas”.

Weibel diagnosticó una falta de coherencia entre la política de defensa y la política de desarrollo del país: “En medio de la mayor crisis económica social, insistimos en comprar armas para una guerra que no se va a producir”. Y tildó de insensata la compra ya que no desabastecerá en capacidades defensivas al país si en 4 años no se compran armas, permitiendo que ese dinero se destine a políticas sociales, reactivación de la economía y empleos.

Respecto a la relación con Estados Unidos si se pospone el negocio, el periodista señaló que no pasará nada ya que “US$80 millones no tiene ningún efecto para ellos”. Y apuntó que a las pensiones de los uniformados: “Hay algunos que reciben pagos por $10 millones al mes; $120 millones al año. Es una burla para todos los chilenos que trabajando hasta los 65 años reciben pensiones bajo la línea de la pobreza”.

Weibel manifestó que “como ciudadanos tenemos la posibilidad de reclamarle a nuestros parlamentarios el hecho de que se esté gastando nuestro dinero en algo tan innecesario en estos tiempos”. Y reafirmó la necesidad de detener la compra e invertir el dinero en políticas sociales.