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A un mes exacto de la primera sesión de la Convención Constitucional, representantes del pueblo diaguita encabezaron una ceremonia de conmemoración, denominada Pawa, en los jardines del ex Congreso Nacional en el centro de Santiago. En la instancia participó un grupo de ahumadoras y varios constituyentes, entre ellos, la presidenta del organismo Elisa Loncón. 

El constituyente por escaños reservados para pueblos originarios, Eric Chinga, explicó que la intención de la actividad fue celebrar a la madre tierra, hacerle tributos, peticiones y acciones para su protección.

“Hoy en día estamos acá después de 500 años. Para nosotros esto tiene mucho simbolísmo porque nos creyeron muertos, pero logramos hoy día estar acá presentes y entregarle al pueblo chileno una mirada distinta”, sostuvo.

La ceremonia comenzó con la instalación de banderas y altares con tributos y representaciones de los cuatros elementos. A esto le siguió toques de silbato, bailes y la formación de un gran círculo entre todos los asistentes.

“Todos los convencionales se conectaron, pudieron sincronizar con esta energía. El objetivo era poner un momento del aquí y el ahora, tomar esta reflexión conjunta de qué es lo que estamos haciendo y para qué lo estamos haciendo”, manifestó la constituyente Elsa Labraña, quien añadió que estas actividades demuestran que se “está recuperando la humanidad”.

En la ocasión, los participantes entonaron “El Derecho de Vivir en Paz” de Víctor Jara que, un hecho que fue comentado por la convencional Giovanna Grandón, conocida como “Tía Pikachú”: “Es el emblema, no solamente de Chile, (sino) del mundo entero. Todos necesitamos vivir en unión". Asimismo, aseguró que "todos los partidos políticos decían que era necesario realizar esta ceremonia de reflexión”.

El vicepresidente de la Convención Constitucional, Jaime Bassa, calificó de la actividad de “potente” y aseveró que esto es parte de un “acto de reparación simbólica e intercultural”.