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La imagen de De Grasse en los Juegos Olímpicos de Río 2016, casi al lado de Usain Bolt, risueño y con el famoso gesto del velocista jamaicano moviéndole el dedo como diciéndole "no, no, no", al llevarse la medalla de oro se hizo conocido mundialmente. Y en Tokio 2020 el atleta canadiense al fin tuvo su revancha, y de paso, le quito el trono a Bolt en los 200 metros. 

Y en una gran competencia, De Grasse, quien es amigo personal de Usain Bolt, campeón olímpico de 100 y 200 en los tres últimos Juegos, logró un tiempo de 19.62, récord nacional, que le permitió lograr la medalla de oro, relegando a Estados Unidos a las medallas de plata y bronce, con los atletas Kenneth Bednareck y Noah Lyles. En tanto, la joven promesa Erriyon Knighton, de solo 17 años, quedó en cuarto lugar. 

"Finalmente", dijo el canadiense tras lograr la ansiada presea dorada. Además, señaló cómo se preparó para la competencia en pandemia. "En la pandemia entrené en mi garage, hice pesas cargando lo que hubiera, corrí en cualquier pedazo de jardín vacío que veía, seguí rutinas en el apartamento de mi entrenador. No sabía si tenía sentido, pero no podía parar", confesó. 

Su tiempo fue tan bueno, que alcanzó el mejor tiempo de la historia para un atleta no jamaiquino o estadounidense, además igualó a Phil Edwards como el deportista canadiense con más medallas en la historia de los Juegos Olímpicos.