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El 29 de septiembre es la jornada que Federación Mundial del Corazón fijó para promover el cuidado de este órgano, uno de los más importantes del cuerpo humano, y con el que se busca responder a los factores de riesgo que se identificaron en el  Informe Mundial sobre la Salud de 2002 (hipertensión, colesterol alto, uso de tabaco, consumo de alcohol, baja ingesta de frutas y verduras y la obesidad).

Para saber qué podemos hacer para fortalecer la salud de nuestros corazones, en los recomendados conversamos con Alonso Peña, Jefe de carrera de Pedagogía en Educación Física de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).

Esto fue lo que nos dijo:

1.El entrenamiento en circuito es una excelente opción para aquellos que buscan una rutina de ejercicio eficaz y completa. Consiste en realizar varios ejercicios en secuencia, tales como flexiones, sentadillas, saltos y planchas, con breves descansos entre ellos. Esta metodología de entrenamiento, que puede durar unos 30 minutos y realizarse tres veces por semana, permite trabajar diferentes grupos musculares, mejorar la fuerza y aumentar la resistencia. Al mantener el ritmo constante y variar los ejercicios, se logra un acondicionamiento físico integral, ideal tanto para principiantes como para personas con experiencia en el entrenamiento.

2. Combinado con una caminata rápida o marcha, se pueden maximizar los beneficios del ejercicio. Este tipo de actividad, que puede durar entre 20 y 35 minutos, realizada de 2 a 4 veces por semana, es ideal para mejorar la salud cardiovascular sin necesidad de realizar actividades demasiado intensas. La caminata rápida ayuda a quemar calorías de manera eficiente, a la vez que mejora la resistencia general y promueve un estado de bienestar físico y mental. Además, es una actividad accesible que puede adaptarse fácilmente a diferentes niveles de condición física.

3. Finalmente, incluir ejercicios de estiramiento breves al inicio de la sesión, y  flexibilidad al finalizar la sesión, ayudan a mejorar los rangos de movimiento, mientras que incorporar ejercicios de respiración profunda facilita una vuelta a la calma necesaria tras la actividad física de intensidad moderada o alta. Esto contribuye a una recuperación fisiológica adecuada.

La combinación de estos dos enfoques de ejercicio, el entrenamiento en circuito y la caminata rápida, ofrece una rutina balanceada que cubre tanto el fortalecimiento muscular como la mejora de la salud cardiovascular. Incorporar ambas actividades de forma regular ayuda a mantener o incrementar la condición física, a la vez que favorece la quema de calorías y el desarrollo de una mayor capacidad de resistencia. Este plan no solo mejora la condición física general, sino que también contribuye al bienestar humano integral.