Esta es entera de ellos, de los jugadores y el cuerpo técnico. Que Chile siga en competencia no es producto del azar y menos de ese mensaje manoseado e injusto de creer que se gana como sea. Nones. La Roja sigue en competencia porque los que juegan y los que dirigen siguieron creyendo.
Los de afuera, los de palo, dudamos, descreímos, amagamos con bajarnos del barco antes de llegar a puerto. Seguro veremos y escucharemos a los ganadores de las causas ganadas asegurar que nunca perdieron la fe. Pero sabemos que eso no es verdad.
Los únicos que nunca perdieron la fe fueron los que juegan y los que dirigen. Por eso esta remontada es todo mérito de ellos. De nadie más. ¿Había razones para dudar de la Roja? Montones.
Después de una discreta Copa América y tras sacar un punto de nueve posibles en la primera de las fechas triples de las clasificatorias, el margen de error se reducía al mínimo. El tema no era sólo matemático. La gravedad era lo futbolístico. Chile no jugaba bien y eso es una realidad.
Chile perdió contra Perú jugando muy mal. Dudamos todos. No sean frescos. Todos. Menos los jugadores y el cuerpo técnico. Pero la recuperación no sólo fue un asunto de fe. Fue futbolística y eso hay que recalcarlo. La Roja mejoró en la cancha y a partir de ahí llegaron los resultados.
Ninguno de estos nueve puntos consecutivos se consiguió jugando mal. Ninguno de estos tres partidos se ganó por azar. Los tres fueron merecidos. No es cierto que Chile ganó como sea. Chile ganó porque lo mereció tocando teclas diferentes. A veces con el peso de las individualidades. A veces con el overol puesto.
Volvió Sánchez y Chile fue otro. Incluso cuando no juega bien, es el más relevante de todos. Los históricos alzaron su rendimiento y los actores de reparto empezaron a adueñarse de una camiseta. Brereton Díaz se convirtió en un refuerzo de aquellos. Los resultados llegaron y la operación remontada
dejó de ser un lema ambicioso.
Ante Paraguay el partido transitó por senderos discretos desde la exposición de juego. Pero no es cierto que se ganó como sea. Como sea tú puedes ganar un partido, pero jugando como sea no vas a un Mundial. El lugar común es cierto: la victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana.
Muchos dudamos y había razones justificadas para pensar que Chile estaba más afuera que dentro del Mundial. Nueve puntos consecutivos metieron al equipo de nuevo en carrera. Sigue siendo difícil. Ecuador es, otra vez, un encuentro clave. No estarán Brereton, Roco, no sabemos si llegan Isla y Medel. Pero el equipo seguirá peleando.
Al menos eso está garantizado. Los viejos rockeros no se podían despedir sin un concierto a todo volumen y estadio lleno.