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[Fotos] Los desechos que transformaron las playas de Antofagasta en una de las más sucias del país

Maletas, ropa, frazadas y botellas son parte del triste escenario que se vive a diario en el borde costero del norte de nuestro país

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  • Agencias

  • Miércoles 15 de septiembre de 2021 - 08:54

El borde costero de la ciudad de Antofagasta se ha transformado en un foco de contaminación ambiental a raíz de los desechos que cientos de personas lanzan al mar. Según los reportes de vecinos, en el sector se pueden encontrar maletas abiertas, ropa en gran cantidad desperdigada, calzados y restos de sábanas (algunas semicalcinadas).

Todos los desperdicios conforman el nuevo tipo de desechos que desde hace un par de meses se han acumulado en playas y roqueríos del borde costero de la ciudad de Antofagasta, considerada en los últimos años como una de las más contaminadas del país

“Esta basura ya se concentra en volúmenes más grandes y por lo general hemos visto utensilios como planchas de pelo, carpas desarmadas, maletas rotas y también mucha ropa, lo cual es inusual porque, por lo que hemos visto en todos estos años, las personas que pernoctan en la playa por lo general trasladan sus pertenencias, ya sea en un carro o mochila. No las desperdigan en las cantidades que hemos visto por el borde costero”, comentó Gonzalo Bolados, de la fundación Protección Oceánica Antofagasta, en un informe que entregó hace unas semanas la Universidad Católica del Norte (UCN).

La contaminación que presentan las playas en la actualidad puede afectar directamente en el desarrollo de la flora y fauna marina de la zona.

“Si bien estamos hablando de ropa, de géneros, muchos de ellos son de poliéster, que es un género sintético. Si esa ropa permanece ahí, impactada por el sol y la acción mecánica de las mismas aguas, se dañará la tela, y está a la vez generará esas partículas del género poliéster que van a dar al agua o su entorno, lo que puede tener algún tipo de repercusión negativa en la biodiversidad. Se sabe que hay muchas especies filtradoras, como, por ejemplo, choritos o picorocos, que mientras filtran agua para sacar el alimento, podrían ingerir esos pequeños filamentos del plástico, o del microplástico, eso podría tener un impacto”, explica Nelson Vásquez, profesor del Departamento de Biología Marina de la UCN.

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