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Con la llegada del final del invierno y la proximidad de la primavera, el clima en todo el país está comenzando a cambiar, con mayor fuerza en la zona central. Por eso, a medida que se aproxima el cambio de estación, es importante estar preparados para las nuevas condiciones. En este contexto, expertos alertan de  un giro en el patrón climático que ha enfrentado Chile durante los últimos meses, especialmente en cuanto a las precipitaciones.

A pesar del retraso en la llegada del fenómeno de La Niña, el enfriamiento del Pacífico continúa de manera gradual y ya se observan sus efectos. Sin ir más lejos, el segundo semestre ha sido notablemente menos lluvioso en comparación con el primero, que estuvo marcado por la influencia de El Niño.

Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, adelanta una alta probabilidad que el desarrollo actual de La Niña esté relacionado con un “frenazo de las precipitaciones”, que comenzó a manifestarse en Chile desde julio. Este cambio ha llevado a que, en la zona centro sur del país, los déficits de precipitaciones se acerquen al 30%.

De esta manera, según el experto, los próximos meses no se caracterizarán ni por lluvias excepcionales ni por temperaturas inusualmente altas, siguiendo el patrón de las últimas ocho semanas. Sin embargo, es natural que los termómetros comiencen a subir gradualmente a medida que nos acercamos a la temporada veraniega. Entonces, ¿cómo estar preparados para enfrentar los meses más calurosos del año?

RENOVACIÓN DE ESPACIOS

Con la proximidad del verano y el aumento anticipado de las temperaturas, junto con la expectativa de pocas precipitaciones, es crucial preparar y renovar el hogar para enfrentar estas condiciones. Asegurarse de que la vivienda esté equipada con sistemas de ventilación eficientes, aislamiento adecuado y protección contra el calor puede marcar una gran diferencia en el confort y la eficiencia energética durante los meses cálidos.

 Además, realizar ajustes en las áreas exteriores, como el mantenimiento de techos y drenajes, puede prevenir problemas relacionados con la exposición prolongada al sol y la falta de lluvias. Invertir en estas mejoras no solo optimiza el bienestar en el hogar, sino que también contribuye a una gestión más efectiva de los recursos energéticos y a una mayor durabilidad de las instalaciones.

 Pero si hablamos de interior, los pisos juegan un papel fundamental. Por ejemplo, instalar pisos flotantes en la vivienda ofrece varias ventajas, especialmente con la llegada del verano. Este tipo de revestimiento no solo proporciona una superficie fresca y cómoda durante los meses cálidos, sino que también mejora el aislamiento térmico de los espacios, ayudando a mantener una temperatura más estable en el interior.

Además, el piso flotante es una opción ideal para reducir las alergias primaverales y estacionales, ya que, a diferencia de las alfombras, no retiene polvo ni ácaros, facilitando la limpieza y contribuyendo a un ambiente más saludable. Al elegir piso flotante, se optimiza el confort estival y se promueve un entorno interior libre de alérgenos.

 En este sentido, el piso flotante es una opción económica y de fácil instalación que imita materiales costosos y requiere poco mantenimiento. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que este tipo de piso es sensible a la humedad, ofrece menos calidez y resistencia que los materiales naturales, y puede tener problemas de aislamiento acústico. No siempre es ideal para acabados de alta gama o ambientes húmedos.

 Por otra parte, los pisos vinílicos ofrecen una excelente relación calidad-precio y destacan por su durabilidad y resistencia. Están diseñados para soportar el tráfico intenso, lo que los convierte en una opción ideal para áreas de alto uso, como pasillos y cocinas. Además, son resistentes a la humedad y manchas, lo que facilita su mantenimiento y prolonga su vida útil. La facilidad de limpieza es otro de sus grandes beneficios; basta con barrer y pasar un paño húmedo para mantenerlos en óptimas condiciones.

Los pisos vinílicos destacan por su versatilidad de diseño, imitando materiales costosos como madera y piedra a un precio accesible. Ofrecen una superficie cómoda y cálida, con buen aislamiento acústico. Sin embargo, aunque son resistentes, pueden dañarse con objetos afilados o pesados, lo que puede afectar su apariencia, aunque es fácil de reparar.

AISLACIÓN Y CLIMATIZACIÓN

 Más allá de los pisos, independiente si son vinílicos o flotantes, otro aspecto que siempre se debe tener en cuenta para preparar el hogar de cara al verano y las altas temperaturas es la aislación adecuada de las ventanas. Un buen aislamiento ayuda a minimizar la entrada de calor exterior, evitando que las temperaturas interiores aumenten demasiado.

 Al instalar ventanas con doble acristalamiento o aplicar películas reflectantes, se puede reducir significativamente la transferencia de calor, lo que disminuye la necesidad de aire acondicionado y mejora la eficiencia energética. Además, una correcta aislación contribuye a mantener una temperatura interior más estable, aumentando el confort y reduciendo el consumo energético.

En esta línea, los aires acondicionados ofrecen una solución efectiva para mantener el confort durante el verano, proporcionando un alivio inmediato del calor extremo. Sin embargo, es esencial seleccionar un modelo que se ajuste a las necesidades específicas del espacio para evitar el sobreconsumo energético y el aumento de las cuentas de la luz.

Elegir un aire acondicionado con la capacidad adecuada para el tamaño de la habitación no solo optimiza el rendimiento y la eficiencia, sino que también ayuda a controlar los costos operativos a medida que los precios de la electricidad aumentan. Invertir en un equipo que se adapte a las necesidades puede ofrecer un balance perfecto entre confort y economía.