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El Presidente Sebastián Piñera presentó su defensa frente a la Acusación Constitucional que está siendo revisada por una comisión especial en la Cámara de Diputados y Diputadas.

En la respuesta oficial, el Jefe de Estado pide que se declare “inadmisible” el libelo, asegurando que se trata de “una ostensible maniobra político-electoral, que toma como base suposiciones, atribuye intencionalidades, confunde fechas y distorsiona reglas claras y precisas de nuestro ordenamiento jurídico".

Además, indica que los hechos de los cuales se le acusa “son manifiestamente falsos, mañosamente relatados y atribuyéndole intenciones en meras suposiciones".

Asimismo, afirma que hay una “intención de crear la falsa impresión de que habría privilegiado sus intereses personales por sobre sus deberes como presidente".

"En forma mañosa, el texto de la acusación intenta traer al presente una circunstancia ocurrida entre los años 2010 y 2011, correspondiente a una negociación entre empresas privadas, donde el Presidente de la República no tuvo participación ni conocimiento alguno", añade.

Cabe recordar que la oposición presentó esta acusación constitucional en medio de la posible vinculación del Mandatario en la compraventa de minera Dominga, situación que además está siendo investigada por la Fiscalía.