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El Laboratorio Interdisciplinario de Estadística Social, LIES, y el Núcleo Milenio de Movilidad Intergeneracional, MOVI, realizaron el estudio “Transparentando los resultados de la encuesta Cadem”. La investigación revela que, por ejemplo esta semana, solo 4 mil 993 personas fueron seleccionadas para la encuesta, de las que solo 704 accedieron a responder. Según concluye este estudio, este número es un “muy débil reflejo” de la opinión de la ciudadanía.

Para conocer los detalles de este estudio, Razones Editoriales entrevistó al académico UC,  director del núcleo milenio MOVI y del LIES, Ernesto San Martín. “Lo primero en lo que hay que reparar es en el grado de sesgo que tienen las encuestas, todas las encuestas lo tienen, pero se debe cuantificar”, advierte de entrada. Y especifica, “las preguntas que se responden en línea tienen mayor grado de sinceridad, porque son personas que quieren responder, más que las respuestas cara a cara que muchas veces no tienen ese interés”, apunta.

Sobre la Cadem, el experto señala. “Según ellos mismos revelan, solo el 14% responde la encuesta sobre el universo, entonces la pregunta es qué pasa con el 86% que no responde, lo que necesitamos es un mayor rango, porque no se puede extrapolar con ese porcentaje tan bajo. Qué tan incierta son las certezas contra las extrapolaciones”, plantea el experto.

En ese sentido, San Martín sentencia. “Las encuestan no sirven para predecir, sino más bien nos dicen cuánto están variando las opiniones de la gente. La idea es aprender a bajar las incertezas”, responde. “Por ejemplo, cuando seguimos la serie que publica Cadem cada semana nos damos cuenta que son respuestas que se repiten, son respuestas gemelas, no sabemos si las personas que fueron encuestadas hace 7 días, fueron diferentes a las que fueron entrevistadas 14 días. Hay muchos supuestos, cuando hablamos de transparentar, hablamos de publicar esos supuestos”, concluye.