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El ministro de Medio Ambiente de República Dominicana, Orlando Jorge Mera, fue asesinado a disparos este lunes en su oficina ministerial. El caso está siendo investigado, pero las primeras informaciones apuntan a que se trataría de un amigo del secretario de Estado quien se habría entregado durante esta tarde a la policía.

Para conversar sobre este atentado, Razones Editoriales contactó a Maximiliano Bello, asesor de Mission Blue en políticas oceánicas internacionales, quien estuvo participando en proyectos con el fallecido ministro. “Es un día triste, estoy aún en shock. Él era de una familia muy política, uno de los ministros más reconocidos en República Dominicana por lo que venía haciendo, lo cual a la larga le costó la vida. Era muy decidido en su discurso, en su actuar, en sus decisiones, en proteger, en acabar con las malas prácticas, en perseguir a los que actuaban con malas prácticas y siempre en defensa del medio ambiente”, señala.

En cuanto a su cercanía con el ministro, Bello relata. “Estábamos preparando un evento para Lisboa, por lo que nos comunicábamos a diario, él era muy activo, siempre presente, pero nunca supe de ningún tipo de amenaza, aunque él era muy reservado”, apunta.

Sobre la lucha medioambiental, el asesor señala. “Es evidente que cada vez más hay un conflicto entre estas dos grandes fuerzas, el extractivismo a ultranza por recursos cada vez más escasos, y por el otro lado desde la sociedad civil la fuerza para poder salvar al planeta. Cada vez más el tema medioambiental dejó de ser un tema de segundo plano, y está en la palestra principal”, asegura.

“Lo que nosotros buscamos es mayor protección. Lo que hemos venido haciendo es dar vuelta la mirada, cuando tú tienes una cultura, un sistema político y económico de una sola dirección, es muy difícil proponer lo contrario”, plantea el medioambientalista.

Ya finalizando, Maximiliano Bello compara. “En Chile ocurre mucho la persecución contra los medioambientalistas, pero en otros países está fuera de control. En esta crisis la lucha seguirá aumentando, porque el interés económico y la defensa de la naturaleza están en pugna”, concluyó.