Nuevos documentos revisados por CIPER de la “Operación Topógrafo”, realizada por la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), indican que al menos 17 líneas telefónicas fueron intervenidas. Sobre esto, el periodista Nicolás Sepúlveda, señaló: “Todo indica que el fin de esta operación era proteger los intereses particulares de la oficialidad del Ejército”.
“Los documentos para solicitar la interceptación presentados al juez Juan Antonio Poblete tenían nombres falsos y confirmamos que las identidades usadas eran de dos ciudadanas bolivianas. Él dijo que no había sido engañado, pero ex jefes de la DINE han dicho que él mismo propuso cambiar los nombres”, detalló.
El investigador CIPER considera que “hay una red de intervención utilizando identidades falsas y si es una práctica extendida, podrían estar podrían espiar a cualquier persona”. Y apuntó que “esta operación luce más grande ya que hay más pistas”.
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