Programas Radio Usach

Por: Francisca Delgado

(Foto: Agencia UNO)

Marta Lagos explicó que durante 25 años se aplicaron las mismas preguntas a la población chilena para ir comparando y monitoreando año a año la evolución de la sociedad sobre democracia, política y economía. “Ha habido desde el inicio de la medición una muy alta proporción que nunca creyó que se gobernaba para la mayoría y este porcentaje aumenta en su récord histórico en el 2020 ya que la pandemia acentuó la percepción de que en realidad se gobierna para algunos pocos y no la mayoría”, afirmó.

“El estallido social es la cúspide de la suma de todas las demandas y malestar que tenía la población acumulada a lo largo del tiempo desde el año 1995”, planteó la directora de Latinobarómetro. Y diagnosticó que los avances y desarrollo en el país produjeron el estallido junto aumentar la desigualdad e inequidad: “Las revoluciones se producen cuando hay algo que repartir donde unos pocos se llevan la torta completa y el resto nada”. Y señaló que los datos de la encuesta el por qué se produce la revuelta social.

“El estudio muestra que la gente tiene la percepción de que el gobierno tiene menos poder que las empresas. Solo un 2% dice que la democracia está hoy funcionando, un 98% no cree que esté funcionando como debe y la preponderancia de las empresas es una de las dificultades”, manifestó Lagos sobre la apreciación democrática en los encuestados. Y mencionó que la corrupción entrega una impresión de que “quienes tienen poder son corruptos debido a casos como Penta o Caval que salpicaron a las instituciones y hay un rechazo a la política en general por la sospecha de defender sus intereses y no los de la mayoría”.

Respecto al 11% que afirma no tener comida suficiente para alimentarse, Lagos declaró que es el lado oculto de Chile que no quiere ser reconocido. Y propuso que el gobierno necesita sostener a la clase baja para no que caigan en la pobreza. “La mayor desigualdad se reconoce en el acceso a la justicia y en la ausencia de garantía de derechos esenciales como educación, salud, vivienda y trabajo”, agregó junto con plantear como solución dispersar y desmantelar las concentraciones de poder y garantizar los derechos a las personas para una calidad de vida digna.