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Por: Francisca Delgado

(Crédito Foto Rev. In Vitro)

El director por más de 30 años del Centro Internacional de Biomedicina, Ricardo Maccioni, quien se dedica a la búsqueda de la cura del Alzheimer, afirmó sentirse orgulloso y con mucha responsabilidad ante el reconocimiento ya que “estoy compitiendo con grandes científicos del primer mundo”. El investigador admitió que la nominación es algo extraña para la región puesto que, desde 1945 no ha habido un premio Nobel Iberoamericano.  

Respecto al proceso de nominación, el académico de la Universidad de Chile explicó que una vez al año la Academia Nobel invita a diferentes científicos ilustres para que nominen 2 o 3 nombres. Ante eso manifestó: “Las posibilidades son difíciles para alguien que hace su investigación en América Latina”.  

Maccioni aludió a sus 48 años de trabajo y la serie de hitos que lo llevaron a esta carrera por el Nobel, como el descubrimiento de la proteína TAU, el planteamiento de la teoría inmunológica del Alzheimer y el desarrollo de tecnologías como el método de la punción lumbar para detectar tempranamente la enfermedad. “Ese método no lo patenté, lo dejé libre a la humanidad porque los científicos no debemos pensar solamente en el dinero, tenemos que entregarnos a la humanidad y ser compasivos para buscar soluciones a los problemas de la gente”, agregó.

“He trabajado por varias décadas en forma silenciosa sin esperar reconocimiento hasta producir y encontrar conocimiento valioso para el diagnóstico del Alzheimer”, apuntó el neurocientífico y mencionó su trabajo en dirigir terapias en distintos dominios del cerebro para controlar y manejar la difícil enfermedad con éxito. Finalizó esperando que el Nobel caiga en manos del área del Alzheimer para tener mejores posibilidades en el desarrollo de la investigación, pero destacó los avances y contribuciones notables para la humanidad de sus oponentes en el Nobel de Medicina 2012.