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Un grupo de senadores solicitó al gobierno que adopte una serie de medidas tendientes a proteger a esta especie, que ha visto disminuida su población considerablemente en los últimos años.

Declarar a la Palma Chilena como monumento natural y evaluar la posibilidad de incorporarla en la Convención CITES, que regula el comercio de especies nativas entre los países, son algunas de las medidas que solicitó el Senado al Presidente de la República y a los ministros de Medio Ambiente y de Agricultura.

El texto propone las medidas citadas y también que se pueda insistir ante el Comité de Clasificación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente, para que se reconsidere que la Palma Chilena pase de la actual clasificación de "vulnerable" a la de "en peligro de extinción".

Los senadores señalan que de acuerdo a la investigación realizada por la Unidad de Áreas Protegidas de la CONAF Valparaíso, existe solo el 2% de las palmas que había hace 200 años en Chile y al ser una especie endémica -el único lugar del mundo donde se da de manera natural- es importantísimo poder conservar lo poco que nos queda, ya que el restante 98% fue cortado principalmente para la producción de miel de palma.

Asimismo, las poblaciones de Palma Chilena presentan una alta proporción de individuos envejecidos, con escasa regeneración natural y un bajo porcentaje de recambio generacional, lo que podría incidir en las poblaciones de la especie a futuro.

La Palma Chilena es una especie de lento crecimiento en relación a otras especies de bosque nativo. En estado natural, su proceso de germinación puede durar de 6 meses hasta 4 años, siendo de 18 meses el promedio. Dentro de los niveles esperados, se estima que sólo un 5% de las semillas germina el primer año y un 90% al completar cuatro años.