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El Presidente de la República, Gabriel Boric, junto a la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, firmó el proyecto para aprobar el Tratado de Escazú. Durante su discurso desde La Moneda, el Jefe de Estado señaló que se trata del "primer acuerdo vinculante del mundo respecto a la protección de los defensores de derechos humanos en materia ambiental, en una región en donde esta lucha ya ha costado muchas vidas".

Para ahondar en esta esperada ratificación, Razones Editoriales contactó al ex subsecretario de Medio Ambiente, Jorge Canals. “Este es el primer acuerdo regional vinculante respecto a derechos fundamentales del medioambiente, y consagra tres derechos: el derecho de acceso a la información ambiental, el derecho de acceso a la justicia, y el derecho a la participación en la toma de decisiones ambientales”, precisa.

Por qué se opuso el Gobierno anterior a la firma de este acuerdo, el abogado interpreta. “Chile lideró junto a Costa Rica este acuerdo, lo paradójico fue que se impulsó en el primer gobierno de Piñera, y luego a días de firmarlo, se declinó, aún sin razones claras. Se piensa que era porque le iba a poner mayores exigencias a las empresas que quisieran invertir en Chile”, aclara.

En ese sentido, sobre las implicancias prácticas, el abogado señala. “La razón de fondo tiene que ver con este temor del Estado a desincentivar las inversiones, cosa que a la larga no es cierto”, agrega. “En verdad lo que estamos haciendo es adherir al Tratado de Escazú. Chile debió liderar, no estar de observador, porque fue uno de sus impulsores originales”, advierte.

Ya finalizando, el ex subsecretario de Medio Ambiente sostiene que: “el Tratado de Escazú pone al país en un nivel superior respecto a derechos medioambientales fundamentales”.