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Reconocido por ocupar íconos de la cultura pop para explicar temas científicos, Fernando Izaurieta llega con un libro que desafía incluso los límites de la imaginación. “Agujeros Negros: Destructores Del Tiempo” se llama la última publicación de este Físico Teórico, Doctor en Ciencias Físicas, cuya premisa es sencilla pero imperiosa: “La ciencia es de verdad lo más importante que tenemos. Es lo que sostiene nuestra civilización”.

“El universo es tan alucinante, tan extraño, que tenemos que pensarlo más allá de los límites de nuestra imaginación”, comentó el divulgador, quien intenta acercar teorías que se han desarrollado sobre los agujeros negros, con los cálculos que significa pero sin generar distancia con el público. “Compartir una ecuación en tecnicismos sería de mal gusto, pero sí te puedo compartir la emoción del descubrimiento”, comentó.

Uno de los ejemplos que da en el texto es el lanzar a un agujero negro aquello que más detestas. En su caso, el cochayuyo. Esto para dar a entender que esa sería la mejor manera de deshacerse de aquello que odias, por completo, pues “generan la forma de destrucción más absoluta, más épica que te puedas imaginar. Nunca puedes destruir algo por completo porque el tiempo existe, porque el tiempo continúa y ese algo continúa un segundo hacia el futuro”, explicó el físico, añadiendo que “los agujeros negros en su singularidad generan la destrucción más completa, porque incluso el tiempo es destruido, es un instante en el tiempo en que después ya ni siquiera hay futuro”.

Este ejemplo divertido, es en buena parte lo que une la publicación, pero que en el fondo, nos habla más allá: “Esa singularidad encierra el acertijo más importante de toda la física, el acertijo de gravedad cuántica. Y una de las cosas que cuenta el libro es que quizás el futuro de la especie humana dependa de resolver este ejercicio”. Fernando Izaurieta es uno de los teóricos que se encuentra trabajando en la hipótesis de la torsión del espacio-tiempo, “si eso fuera así, desde nuestro universo sería el final del tiempo, y desde el otro lado (que es algo muy difícil de imaginar), sería el big bang de otro universo”, y por ende, “cabe la posibilidad que nuestro universo esté dentro de un agujero negro, de un universo anterior”.

Pero no sólo de ejemplos y conjeturas se mueve su libro y su trabajo, sino que cada uno de los pasos que explica sobre los agujeros negros acercan al desarrollo de la física y las ciencias en estos momentos. “Entre varios hitos que se vienen quizás el más épico es que de aquí a 15 años se va a lanzar al espacio la máquina más grande que se haya creado, un observatorio de ondas gravitacionales, una escuadra láser, con un tamaño que es siete veces la distancia que hay entre la tierra y la Luna, que estaría orbitando el Sol. Y no es fantasía, esta máquina se va a realizar”, y esto permitiría abrir campo de investigación sobre “captar ondas gravitacionales hechas en el principio del tiempo, en el big Bang. Vamos a poder resolver el acertijo de gravedad cuántica. Ver la huella digital del nacimiento de nuestro universo. Estamos en una época súper excitante para ser científico”, sostuvo.

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