“Después del Golpe la Universidad estuvo cerrada como cinco días, entonces cuando me presenté a trabajar tenían una lista con todos los funcionarios y funcionarias despedidos. A mí no me echaron altiro por un tema administrativo nada más, porque había otro profesor que se llamaba Jaime González y yo Jorge, entonces a él lo echaron, pero reclamó para que lo reintegraran y ahí se dieron cuenta del error y me echaron a mí el 2 de mayo del 74.
Antes del golpe éramos como 30 profesores y después quedamos como ocho. Llegó gente nueva y no sabíamos qué hacían.
Fue terrible volver a trabajar después del Golpe, estaban los mismos edificios, pero era otra universidad. No se podía hablar, no había vida universitaria, había silencio. No se podía hablar con nadie, porque muchas personas que no eran fascistas igual colaboraron con los militares para conservar el trabajo. Se rompieron confianzas, todos desconfiábamos de todos.
Después de que me echaron intenté hacer clases en otros lados y no me contrataban porque tenía el estigma de haber sido profesor de la UTE y me tuve que dedicar a otras actividades para sobrevivir. Volví a hacer clases 20 años después".
Jorge González, Profesor de Química del Instituto Tecnológico de Santiago.