"El 11 de septiembre en la mañana me llaman desde comunicaciones y me cuentan que atacaron la radio y ametrallaron los equipos. Desde mi casa en Cerrillos me fui a la universidad, al igual que mis compañeros a comprobar los daños y nos reunimos en el paraninfo donde el rector se dirige a la comunidad.
A medio día de ese martes comienza el bombardeo a La Moneda. Pudimos ver los aviones, algunos estudiantes se subieron al techo de la Casa Central para observar. Hubo una orden de sentido común, donde se me indicó que debía dirigirme a la Escuela de Artes y Oficios con todo el personal de Extensión. Ya en la tarde noche nos refugiamos en el Teatro Aula Magna, específicamente bajo el escenario donde hoy se guardan los instrumentos de la orquesta.
Con la universidad acorralada decidimos ocultar nuestras identificaciones partidarias, por seguridad. Durante la noche hubo disparos de fusilería e hirieron a nuestro fotógrafo Hugo “El salvaje” Araya, un ser humano extraordinario, un idealista, quien falleció esa misma madrugada asistido por Carlos Munizaga, su jefe y director del periódico Presencia UTE.
El ataque a la Casa Central fue cerca de las 6 am y empezamos a sentir como tropas militares entran a la universidad. Escuchamos sonido militar, botas, cascos y balas en bandoleras. No eran jóvenes conscriptos, sino soldados de clase del regimiento Arica N°2 de La Serena, que ya no existe.
Allanaron la Escuela de Artes y Oficios, nos obligaron a tendernos en el piso manos en la nuca, separándonos hombres de mujeres y nos llevaron a la cancha de baby fútbol.
Nos hicieron sentarnos y el oficial Marcelo Moren Brito que estaba al mando, pidió que los alumnos extranjeros y todos los empleados de servicios fueran llevado a los patios interiores. Luego nos hacen pararnos y emplazan una ametralladora disparando por encima de nuestras cabezas un buen rato para amedrentarnos. Los conscriptos nos empiezan a ofrecer agua en sus cascos y traen a Osiel Nuñez, Presidente de la FEUT (Federación de Estudiantes UTE). Moren Brito dice “respeten a este estudiante es muy valiente”. Lo dijo, porque ya había sufrido dos simulacros de fusilamiento en el Patio de las Rosas y se había puesto delante de los militares para que no dispararan a la Escuela de Artes, por eso su valentía, de lo contrario hubiera habido una matanza".
Mario Navarro, Director de Comunicaciones de la Secretaría Nacional de Extensión y Comunicaciones de la UTE.