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Los resultados arrojados por el informe regional “Monitor del uso de la fuerza letal 2018-2019”, en el que trabajaron ocho países de América Latina en conjunto, mostraron que en el capítulo chileno hay efectivamente “tasas con criminalidad más baja”, que para la Coordinadora de proyectos y programas del Centro de Estudios de Seguridad Ciudadana (CESC) de la U de Chile, Alejandra Mohor, se explica porque en nuestro país “los números son bastante pequeños”.

“En Chile la proporción de homicidios vinculado a armas de fuego en esa fecha es en torno al 40%”, continuó la investigadora, añadiendo que en el monitoreo del desempeño de las policías, tomaron en cuenta el uso y el abuso de las armas. Sobre el uso de armas, Mohor indicó que “desde la primera panorámica de lo comparado regional, Chile tiene indicadores bastante moderados, cercanos a Colombia". En el abuso, en cambio, “hay uno que despierta una luz de alerta, que relaciona la letalidad que causan los agentes en civiles por medio de armas de fuego, con la letalidad de los propios agentes en manos de civiles”, y es allí donde la experta indica que “estamos con valores que duplican el estándar esperado”.

En cuanto al informe mismo, Mohor comentó que la metodología con la que trabajaron los ocho países, es en requerir información institucional (policial o al Ministerio del Interior) y el levantamiento de información de prensa, y en ello, “Chile es el único que no cuenta con cifras oficiales sobre civiles muertos”. Además, luego de poder obtener (en el tercer intento) información institucional, compararon con registros de prensa, y aquellas  cifras duplicaban las entregadas por la policía.

Finalmente, este informe entregó una recomendación: “Las fuerzas armadas no están formadas ni están preparadas para hacerse cargo de tareas orden público porque su tarea es combatir enemigos”, señaló Alejandra Mohor y añadió que “por muy delincuente que podamos considerar a una persona, no es un enemigo”.

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