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El histórico grupo chileno Panal y su disco homónimo de 1973 regresan a disquerías. Se trata de un material que ha sido remasterizado desde sus cintas originales de IRT y que es considerado una pieza trascendental de la genealogía del rock chileno. Pepe Ureta, Pato Salazar, Iván Ahumada, Juan Hernández, Pancho Aranda, Denisse y Carlos Corales, conformaron la banda.

Esta tarde en Escena Viva, el insigne músico de rock, Carlos Corales, contó la historia tras este icónico disco. “Fue un invento de José Ureta, quien nos invitó junto a Denisse a formar parte de Panal, su idea fue sonar como Santana pero con alma chilena, sin perder la esencia de rock. En ese tiempo, Los Jaivas y Congreso usaban instrumentos latinoamericanos, en cambio nosotros nunca abandonamos el rock eléctrico, por decirlo así”, cuenta.

Panal fue una banda emblema de comienzos de los `70, en una época que marcó la experimentación a través de un álbum imperdible en el desarrollo del rock en Chile. “Fue todo muy rápido y espontáneo. Tocamos solo una vez en vivo, en el Festival de Viña del Mar. El disco lo grabamos de una tirada, como en tres días, incluso los arreglos se terminaron en el estudio, había tantos cerebros creativos que era muy fácil hacer música”, sostiene.

Esta nueva edición física cuenta con un sonido de primer nivel, rescatando fotografías inéditas y restaurando su colorida portada original que presenta una obra de colección, Corales cuenta. “La gente del sello recuperó las cintas originales y logró remasterizar el material, lo bueno que saldrá en vinilo, demorará porque todo se manda a hacer a Europa y hay mucha espera por el tema de la pandemia, cerca de seis meses, pero ese material de lujo saldrá pronto”, señala.

El guitarrista recuerda. “En ese tiempo éramos todos cabros jóvenes y no sabíamos lo que significó Panal para la historia del rock en Chile, nos fuimos dando cuenta con los años a través de las nuevas generaciones".

Ya finalizando, Corales valora el formato vinilo para el ejercicio de recuperar el sonido del estudio. “El vinilo tiene un sonido diferente, es otra cosa, otra frecuencia. Se escucha diferente a lo digital porque hay respiración, hay pequeñas desafinaciones, pulsos, porque somos humanos”, concluye el ícono del rock local.