Programas Radio Usach

En el programa Escena Viva de Radio Usach se convocó a diversas voces del ambiente musical para despedir y homenajear al gran Zalo Reyes.

El presidente de la Sociedad de Autores e Intérpretes Musicales SCD, Rodrigo Osorio se refirió al legado del cantante popular y habló de la ceremonia para nombrarlo socio benemérito de la institución que debió ser aplazada. “Tuvimos que reprogramar la ceremonia para el mes de septiembre, ahora vamos a reenfocar esto en un gran homenaje como institución para darle lo que él se merece, porque sin duda caló hondo en el pueblo chileno”, adelanta.

Y tras asistir a los homenajes en el Gimnasio de Conchalí aseguró. “El valor que tiene la música cuando un artista llega a lo profundo, termina siendo valorado, y llega a la gente. Él demostró lo hermoso que es la canción cebolla. La música que escucha la gente de los barrios, la gente de Conchalí, eso es patrimonio vivo, y eso le hace sentido a la gente”, advirtió.

Por su parte su compañero de ruta y amigo, Wildo, también tuvo palabras para el ídolo. “He visto muy emocionado la reacción de nuestra gente, de un ídolo tan especial para el pueblo. Esa comunión que tiene la masa con un ídolo popular, lo he visto en México, pero primera vez acá”. Y describe a su amigo como “un tipo que se atrevió cuando nadie se atrevía, el rompió los esquemas de la televisión chilena. Lo conocí como a los 18 a 20 años, en el Capri, en ese entonces era Boris Leonardo, y nos robaba la película siempre y nosotros éramos los conocidos”, asegura Wildo.

Finalmente Ricardo Martínez, investigador, especialista en música, y autor del libro “Clásicos AM: Historia de la balada romántica latinoamericana” lo califica de único.  “Él tenía una calidad vocal impresionante, ‘María Teresa y Danilo’ o ‘Ramito de Violeta’, son historias, y hay que tener mucho histrionismo para hacerlo bien. En Chile Zalo Reyes se puede comparar solo con Juan Gabriel. Es de esas personas que la gente iba a ver como en una misa, el acto de cantar sus canciones en vivo era un canto casi divino”, concluye.