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El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) declaró “alerta amarilla” para toda la Región Metropolitana por las altas temperaturas que se pronostican para los proximos días en la capital.

De acuerdo a lo informado por el organismo, los termómetros llegarán a su peak el sábado 11 de enero, día que se prevé un "evento de altas temperaturas extremas en cordillera de la costa, valle y precordillera", con marcas de 37°C en diversos sectores.

Se trata de un escenario que no es nuevo para la región Metropolitana, ya que cada año debemos convivir con este tipo de alertas, que ponen en riesgo la integridad de miles de personas que transitan por la capital. Por lo mismo, autoridades regionales han presentado una serie de planes que buscan ayudar a resguardarse del calor directo, más en una ciudad que crece en base al cemento.

Trabajando en equipo, recuperamos espacios que antes eran basurales, albergaban rucos o eran escenario de delitos. Hoy fue el turno de Maipú, donde inauguramos el primer Bosque de Lluvia de Chile, un espacio que contribuirá a combatir la escasez hídrica y la inseguridad. 🌿 pic.twitter.com/0PfOS7MX7E

— Gobierno de Santiago (@Gob_Santiago) December 20, 2024

Se proyecta que la gobernación metropolitana invierta $6.424 millones en la plantación de 35 mil árboles en distintas zonas de la ciudad, además de la implementación de los denominados “bosques de bolsillo” en 33 comunas del gran Santiago, con la intención de "enfriar la ciudad" en pleno verano.

"El enfriamiento de la ciudad se refiere a la implementación de estrategias y medidas orientadas a reducir las temperaturas en áreas urbanas, con el objetivo de mitigar el fenómeno de las islas de calor. Este fenómeno se genera debido a las características de los materiales y estructuras predominantes en las ciudades, los cuales retienen y emiten más calor en comparación con las zonas rurales circundantes", comentó César Mattar, director de Ingeniería en Medio ambiente y sustentabilidad de la Universidad Mayor.

Según el experto, entre las medidas más comunes destacan la creación de espacios verdes, la instalación de sistemas de riego eficientes, la aplicación de pinturas de colores claros en calles y edificios, y la incorporación de ventiladores y sistemas de enfriamiento. 

A PLANTAR

Un estudio del Centro de Políticas Públicas UC logró calcular que en las olas de calor de 2017 y 2019, murieron un total de 584 personas por las altas temperaturas, siendo los más afectados los mayores de 65 años, por lo que una correcta implementación de este tipo de planes puede, literalmente, salvar vidas.

“Un árbol protege del calor, absorbe CO2, genera sombra y absorbe agua. O sea, no hay mejor medida para enfrentar el cambio climático en la región Metropolitana que plantar la mayor cantidad de árboles que podamos y es lo que vamos a hacer. Por supuesto, árboles que sean especies nativas, que sean resistente a la escasez del agua y lo más importante, que como en esta técnica, crezcan lo más rápido posible, porque la sombra no la necesitamos en diez años más, la necesitamos hoy”, comentó al gobernador regional, Claudio Orrego, quien aseguró que al final de su mandato espera tener quinientos mil árboles nuevos en la capital.

MÁS ÁRBOLES, MENOS “JARDINERÍA”

Para Jorge Morales Gamboni, académico de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido de la Usach, la plantación de los denominados “bosques de bolsillo” no son la solución para combatir las altas temperaturas, ya que su uso es tan pequeño que no tendría incidencia sobre el problema general de la ciudad.

“No son bosques, no tiene nada que ver con bosques, eso es jardinería. A una superficie pequeñísima le ponen una gran cantidad de vegetación arbórea, que crecen súper estresadas porque están a una altísima densidad compitiendo una con otra, consumen una cantidad gigantesca de agua, tienen una huella hídrica gigantesca y se transforman en un pequeño lunar de vegetación, pero no tienen ninguna incidencia”, sostiene el experto, quien asegura que la real solución tiene que ver con la plantación de árboles que formen “corredores de sombra”, por donde puedan transitar las personas.

“Los seres humanos transitan por las ciudades, y tienen que caminar para poder llegar de un punto a otro. Entonces, si ese tránsito se hiciera bajo la sombra de los árboles es mucho más agradable, le da una sensación de disminución de la radiación solar directa”, comentó el exdirector regional de Conaf.

Desde su experiencia, la plantación de estos árboles es fundamental, por lo que deben cumplir con algunas características. Que permitan ir conectando estos corredores de sombra en las ciudades, para transitar entre puntos específicos de la ciudad bajo sombra.

“Se trata de plantar árboles altos con tronco, no arbustos, que crezcan rápidamente, que suelden sus copas para que haya sombra continua, que pierdan sus hojas en invierno para que no los boten las ráfagas de viento como ocurrió en este invierno en Santiago. Entonces, y tienen que ser árboles de rapidísimo crecimiento, porque la vida de los seres humanos es corta y la necesidad es hoy”, comentó el experto.

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