¿Sabe usted qué es un Batallón del Amor? Posiblemente si tiene redes sociales como TikTok o Instagram habrá notado cómo decenas de personas se autoconvocan para ir en ayuda, principalmente, de adultos mayores que por razones económicas deben dedicar su tiempo de merecido descanso a vender en las calles de Santiago y regiones, porque sus pensiones no les alcanzan para sobrevivir.
Este verdadero escuadrón, repleto de adultos, jóvenes y niños, se organiza por redes sociales para ir en apoyo de estos chilenos y chilenas que con lluvia o sol, frío o calor, deben vender sus productos u ofrecer sus servicios para llevar el pan a sus hogares.
ORIGEN
Según contó la venezolana Edi Molina, que integra el Batallón de Santiago de Chile, este grupo de voluntarios surgió de una acción que nace en su país. La voluntaria, que lleva siete años en Chile, relató a Diario Usach que su compatriota e influencer venezolana, Andrea Torres es la fundadora de esta iniciativa.
“La inspiración de Andrea son los adultos mayores porque sintió con dolor la pérdida de sus abuelos. A partir de esos momentos reflexionó que no damos el valor que merecen a las personas hasta que fallecen, ni siquiera para ofrecerles un abrazo de contención”, dice el joven.
Edi confesó que el Batallón de Santiago de Chile es reciente. Partió en octubre con la idea de conservar la línea y finalidad del original. “Nosotros nos preparamos y buscamos a las personas indicadas para organizarnos a través de TikTok o Instagram y luego nos contactamos por WhatsApp para reunirnos. Hemos hecho dos intervenciones. Muchas de las personas a quienes ayudamos no buscan lo material, sino que un gesto humano. Si bien requieren mercadería o que podamos comprarles todo lo que venden, muchas veces quieren apoyo y muestras de cariño; eso es lo que queremos rescatar en el mundo”, remarcó la voluntaria.
Este "escuadrón del amor" realizó su primera intervención en la calle Teresa Vial, en la comuna de San Miguel. Su mirada se concentró en una persona mayor que estacionaba y lavaba vehículos a pleno sol frente a un patio de comidas.
Se trataba del Tío Colo Colo, que había perdido a su esposa e hijo recientemente. Quedó con dos hijas de 6 y 16 años y además su casa se quemó por lo que vive ahora como allegado en Puente Alto. El Batallón del Amor le llevó víveres y mercadería. "No se lo esperaba. Llevamos alegría y lo sorprendimos. Estaba feliz”, relató Edi.
El segundo caso fue el de Jaime, que lleva 30 años vendiendo productos de costura en el Mercado Franklin. “Fueron los propios vecinos quienes alertaron que a veces no vendía nada y caía en depresión. Lo visitamos, se le compraron muchas cosas y también le llevamos mercadería; otras personas colaboraron entregándole dinero en efectivo”, confesó la voluntaria.
AMOR EN REGIONES
Fernanda Veloso, dueña de casa y emprendedora, fue parte del Batallón del Amor de Santiago. La experiencia fue tan enriquecedora que decidió abrir su propia organización, pero en Concepción. En conversación con Diario Usach recordó que el último caso fue el de un abuelito de 80 años que vende cucharas y otros productos de madera cerca de la Galería Italia.
El video se hizo viral y decenas de personas se siguen sumando a las intervenciones. “Él quedó como en shock porque fuimos tantos que vendió toda su mercadería y volvió muy contento a su hogar”, señaló.
Fernanda agregó que en Chile los adultos mayores viven una cruel realidad. "Los abuelitos están invisibilizados. La gente pasa por el lado y seguro piensan que deben arreglárselas solos. Eso es lo que no queremos que siga ocurriendo, o al menos que tengan un día bendecido de ventas con un dinero extra para el bolsillo”, remarcó.
El pasado fin de semana tanto el Batallón del Amor que encabeza Edi, como el que lidera Fernanda, reunieron a decenas de personas para continuar con estas acciones solidarias en el centro de Santiago y de la ciudad de Concepción.
VALORES COLECTIVOS
Para el sociólogo, Dante Castillo, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago, este tipo de manifestaciones colectivas habitualmente son escasas y en general funcionan al revés de lo que generalmente vemos; de allí el impacto que generan en redes sociales. “Las agrupaciones reciben más que entregan, aquí es a la inversa. Estas intervenciones denotan una contracultura respecto a lo que es el hábito social contemporáneo”, sostuvo a Diario Usach.
El académico remarcó además que los Batallones del Amor se contraponen con un modelo cultural y económico de desarrollo que hemos adquirido en Latinoamérica, ya que anteponen los valores colectivos por los habituales valores personales.
El especialista añadió que esta práctica social pone de manifiesto la incapacidad que tiene nuestra sociedad para responder a problemas cotidianos que tiene un gran sector de la población chilena.
Un ejemplo de ello- recordó el sociólogo- fueron las críticas que recibió la Teletón como respuesta ciudadana a una falta de compromiso y atención para las familias de escasos recursos que no podían acceder a una terapia para sus hijos y a la cual debían tener acceso por formar parte de la sociedad. “Con el tiempo la cruzada de las 27 horas de amor pasó a normalizarse”, concluyó.
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