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Karina (26) es técnica veterinaria de profesión y hace dos años vende de manera estable contenido erótico en la plataforma chilena Arsmate. Comenzó con fotos “subidas de tono” y en la medida que se popularizó en la plataforma se arriesgó a producir videos de corte pornográfico. Trabaja con su pareja y asegura que con dos contenidos a la semana le alcanza para vivir sin problemas. Paga el dividendo de su departamento, se ha sometido a cirugías estéticas e incluso puede ayudar económicamente a su familia.

“Siempre me gustó sacarme fotos sensuales y ese tipo de cosas, pero comencé porque necesitaba  plata. Yo soy técnica veterinaria y no ganaba muy bien. Ahora puedo decir que vivo exclusivamente de esto”, comentó la joven a Diario Usach, quien asegura que la clave del éxito en este negocio es la constancia, mantener contacto con los suscriptores e invertir en equipos que ayuden a generar mejor contenido.

“Es importante tener un teléfono con una buena cámara, invertir en iluminación, en disfraces, en juguetes eróticos, en publicidad también. Es muy importante la publicidad a través de redes sociales. Gracias a eso uno se hace más conocida y también llega a más gente”, comenta Karina, cuyo perfil en Arsmate acumula 506 fotos, 209 videos y 242 mil “me gusta” de sus suscriptores.

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NEGOCIO REDONDO

La venta de contenido sexual en internet no es un negocio nuevo, pero ha evolucionado considerablemente en los últimos años. Hoy es posible tener contacto directo con las protagonistas de videos, incluso hacer comentarios y sugerencias sobre su trabajo, acción casi imposible en el negocio de la pornografía en otros años. Además, cualquier persona puede convertirse en estrella erótica y vivir de ello. La masificación de plataformas como OnlyFans y su versión chilena, Arsmate, son un ejemplo claro que este negocio se “democratizó” a tal punto que se estima que en Chile existen más de 100 mil generadoras de contenido “para adultos”.

Se estima que la gran mayoría de los tres millones de consumidores de estas aplicaciones son hombres, de entre 25 y 70 años, y el valor de suscripción en algunos casos puede variar entre los 3 dólares ($2.800 ) y los 26 dólares ($24.000 ), este último es el valor mensual que cobra al exalcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, quien sorprendió con su nuevo proyecto como vendedora de contenido erótico en la plataforma Onfayer, mientras cumple prisión domiciliaria como imputada por fraude al Fisco.

La ganancia de quienes venden contenido también tiene variaciones. Depende de la cantidad de suscriptores y la comisión que cobren las plataformas: Onlyfans cobra el 20%, por su parte Armaste cobra 7%, y 5% a sus generadoras exclusivas. Barriga obtuvo $7 millones en 24 horas.

El negocio es tan bueno que solo Arsmate tiene cien solicitudes diarias de mujeres que desean vender contenido erótico, aunque comenzar requiere una verificación personal, para entre otras cosas confirmar la mayoría de edad de la persona. El visto bueno de la plataforma tarda diez días hábiles.

“Conozco a muchas personas que solo viven de esto. Esto es una actividad sumamente rentable si tú lo tomas como un trabajo. Es mucho más rentable que un trabajo tradicional”, comenta Paola Rojas, gerenta de operaciones de Arsmate, quien asegura que la venta de contenido triple X es mucho más que quitarse la ropa y subir un video o una foto sensual. Requiere una estrategia y fidelizar al cliente, de esta forma el dinero puede llegar mucho más rápido.

“Para ayudar a los creadores generamos todos los meses un curso de estrategias digitales que ayuda a generar mucho dinero creando contenido. Si tú eres constante, generas a tus suscriptores, los fidelizas, te van a comprar contenido solo a ti y así vas a poder ir creciendo en este negocio. Es como cualquier otro negocio, es un tema de dedicación. Tiene un plazo de éxito de siete a ocho meses”, sostiene la empresaria.

EN LA MIRA

Con todos estos antecedentes, la venta de contenido erótico se abrió paso entre figuras de la televisión y en algunos casos de la política. Cathy Barriga y Camila Polizzi generaron polémica por iniciar sus actividades en este mundo, con millonarias ganancias, mientras cumplen prisión preventiva por delitos vinculados al fraude.

“A ella siempre le ha gustado la comunicación, las redes sociales, ella hacía videos en Instagram y cuando lo hablamos con ella y se lo propusimos, ella dijo, ¿por qué no? es mejor monetizarlo que regalarlo”, comentó a Canal 13, Christian Rubio, representante de Onfayer, plataforma que utiliza la exalcaldesa para vender su contenido.

En el caso de Polizzi, desde Arsmate defienden a su “generadora” y aseguran que no comente ningún ilícito y que no existe ley que le impida tener este trabajo.

“La ley nada dice respecto a que una persona que esté con arresto domiciliario total esté ejerciendo alguna actividad comercial. Porque en estricto rigor, si está con arresto domiciliario total, es una persona que aún está amparada bajo la presunción de inocencia”, comentó Paola Rojas.

A tanto llegó el revuelo por estos dos casos que el Partido Demócratas ingresó al congreso un proyecto de ley que busca modificar que las personas que se encuentran con medidas cautelares tengan libre acceso a las plataformas. 

El proyecto establece específicamente que "se entenderá quebrantada la cautelar establecida en el presente artículo cuando, a través de publicaciones, comunicaciones o actos en redes sociales o medios tecnológicos, el formalizado se comunique u obtenga beneficio pecuniario para sí o para un tercero, o mejore su posición social o comunicacional, o ponga en riesgo la investigación".

Además, se menciona que, en casos calificados, el juez podrá autorizar comunicaciones siempre que no afecten el avance de la investigación.