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Este viernes, la Asociación de Clínicas Privadas envió una carta al Presidente Gabriel Boric, a fin de pedirle medidas urgentes ante un eventual colapso de las isapres y solicitarle al Mandatario una reunión para exponer sobre la actual situación del sector.

Recordemos que, luego que la Corte Suprema acogiera los recursos de protección presentados por afiliados y afiliadas y ordenara a las isapres regirse por la tabla de factores establecida por la Superintendencia de Salud en 2019, el sistema privado se declaró "al borde de la quiebra" presionando al Ejecutivo para que de solución al problema en cuestión.

"No podemos continuar con una permanente amenaza a nuestro funcionamiento, que hoy se expresa en un eventual colapso del sistema de Isapres. Ello tiene consecuencias muy negativas e importantes para las más de diez millones de personas que atendemos anualmente, tanto en el sistema de isapres como en el de Fonasa. Hoy en día la situación de pago es crítica, alcanzando niveles de deuda que se vuelven insostenibles. Estimamos una deuda aproximadamente superior a los 567 mil millones a noviembre de 2022", señaló al respecto el vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Clínicas, Javier Fuenzalida.

La Asociación de Clínicas también alertó que ante un colapso de las isapres, los afilados deberán ser traspasados a Fonasa, lo que afectaría la continuidad de sus tratamientos en curso y provocaría una sobresaturación del sistema público.

"El Gobierno ha dado muestras de que lo que va a hacer es fortalecer el seguro público para afrontar la gran cantidad de personas que eventualmente pueden quedar sin una isapre, pero eso claramente no es una solución,(...), por lo tanto hay que reconocer que estamos en una situación terminal y que el Gobierno no tiene el ánimo de avanzar en esto, en una transición", apuntó el exsuperintendente de Salud del segundo mandato de Piñera, Patricio Fernández.

El gremio, que agrupa a 40 de los principales prestadores privados de salud, señaló en la carta que un colapso en el sistema implicaría dificultades importantes en las atenciones de salud, ya que, 3,3 millones de personas afiliadas a aseguradoras quedarían sin cobertura.