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El gobernador de la región Metropolitana, Claudio Orrego, junto a la delegada presidencial de RM, Constanza Martínez; el seremi de Salud RM, Gonzalo Soto; la seremi de Educación, Flavia Fiabane; el director regional de Onemi, Miguel Muñoz; y la Dirección Meteorológica de Chile, presentaron este miércoles el “Código Rojo”.

Este es el primer protocolo regional de calor extremo y altas temperaturas, el que, a través de la emisión de alertas tempranas y acciones concretas de diversas instituciones, busca evitar muertes por golpes de calor durante el próximo verano.

¿En qué consiste? En tomar algunas medidas y dar algunas recomendaciones en caso de días con altas temperaturas, a través de la alerta verde, amarilla y roja, que se activarán ante temperaturas superiores a 33°C. Entre estos consejos está: beber abundante agua; comer alimentos como frutas y verduras; usar sombrero o gorro, gafas UV y ropa transpirable; tomar una ducha con agua fría; no exponerse al sol y, de hacerlo, usar protector adecuado; ponerse paños fríos en el cuello y antebrazos; evitar actividad física de 11:00 a las 16:00 horas, y evitar beber alcohol.

Los síntomas de calor extremo en las personas son irritación de la piel, mareo, desmayo, dolor de cabeza, náuseas, respiración agitada y la aceleración de los latidos del corazón.

Quienes más corren riesgos son los adultos de más de 65 años, bebés y niños pequeños, mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas, personas que trabajan al aire libre y personas en situación de calle.

El gobernador Orrego manifestó que “‘me muero de calor’ dejó de ser una palabra o un dicho popular y, lamentablemente, se transformó en una realidad. Se calcula que el calor extremo mata a más personas en el mundo que todos los fenómenos y efectos del cambio climático sumados, Solamente en Europa este año, durante el verano europeo, se calcula que murieron cerca de 55.000 personas producto de circunstancias de calor extremo”.

Afirmó que este es un “protocolo único en América Latina para efectos de poder alertar a la población y establecer limitaciones a distinto tipo de actividades que pueden afectar en la calidad de vida, inclusive en la vida de las personas. Este protocolo busca crear conciencia en la población de que tenemos que protegernos del calor extremo”.