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Condenan a hospital, médico y matrona a pagar mil millones de pesos por ejercer violencia obstétrica

La indemnización responde al daño moral que sufrieron la madre y el padre de una niña que nació con un severo daño neurológico irreversible, debido al sufrimiento fetal a que fue sometida por la atención negligente durante el parto.

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  • Diario Usach

  • Jueves 27 de junio de 2024 - 17:55

El 26° Juzgado Civil de Santiago condenó al Servicio de Salud Metropolitano Central, al Hospital Clínico San Borja Arriarán, al médico ginecológico y obstetra Matías Solari y a la matrona Elizabeth Salazar a pagar una indemnización total de 1.042.691.340 pesos, por concepto de daño moral y daño emergente futuro a los padres de una niña que nació con un severo daño neurológico irreversible, debido al sufrimiento fetal a que fue sometida por la atención negligente durante el parto.

De acuerdo a lo informado por La Tercera, la niña, de ahora siete años, "sufre un daño cerebral de extrema gravedad, que la deja postrada, ciega, sorda, sin capacidad cognitiva, sin capacidad motora, sin capacidad de alimentarse por vía fisiológica, con daño pulmonar que la obliga a ser oxigenodependiente de por vida, como consecuencias de una encefalopatía hipóxico isquémica grado III".

Según el reporte, el médico mantuvo a la madre en trabajo de parto por más de 12 horas, tiempo que provocó la asfixia de su hija. La denuncia asegura que tras ingresar al servicio de urgencia del Hospital San Borja, la mujer fue derivada con Solari, quien administró un medicamento para inducir su parto de forma natural, procedimiento que ella advirtió que podría ser imposible debido a su historial médico, recogió el mencionado medio.

Horas después, sintió fuertes dolores, así como también se corroboraron una serie de disminuciones en los latidos cardiacos fetales de su hija.

Pese a los llamados de auxilio de la mujer, el personal médico realizó una rotura artificial de las membranas para inducir su parto, lo que provocó la salida de líquido amniótico, ante lo cual la madre solicitó que se le realizara una cesárea. Sin embargo, Solari no prestó ayuda, teniendo un periodo de seis horas sin la atención del profesional.

A las dos de la madrugada, la mujer fue sometida a un proceso que describió ante la justicia como de "tortura", ya que "sentía mucho dolor, pujaba y pujaba sin que su hija pudiese salir, y que luego de 20 minutos en que hizo lo imposible para su hija naciera, ya que intuía que estaba sufriendo, recién se acercó el médico Solari diciéndome que ella había 'fracasado', que claramente no estaba logrando parir a su hija, y que él ahora la haría nacer mediante fórceps".

Finalmente, la hija de la paciente nació a las 2:28 de la madrugada, más de 12 horas después de su ingreso.

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