La Corte Suprema acogió los recursos de reclamación presentados por una serie de instituciones financieras y ordenó al Banco Estado a fijar una tarifa única para el cobro de transferencias interbancarias.
La Tercera Sala del máximo tribunal estableció abuso de posición dominante del banco estatal al fijar una tarifa más alta a los bancos de menor tamaño, comparada con la que cobra a los grandes.
En el fallo se establece que "se dispone que Banco del Estado deberá autorregular las tarifas que cobra a los bancos comerciales por el servicio de recepción de las transferencias electrónicas que los clientes de dicho bancos efectúan a clientes del demandado, estableciendo, al hacerlo, montos igualitarios y no discriminatorios para todos esos bancos comerciales, que respeten la garantía de igualdad ante la ley consagrada en la Constitución Política de la República".