Click acá para ir directamente al contenido

Cultura

Me asusta, pero me gusta: La fascinación por el cine de terror en Chile

“La sustancia”, película de la directora Coralie Fargeat, ya supera los 100 mil espectadores en las salas nacionales. Y ese es solo un ejemplo del éxito que tienen los filmes de ese género en el país. El director Jorge Olguín, el “Doctor Zombie” y el académico de la Usach, Jorge Brower explican este fenómeno.

  • Comparte
  • Disminuir tamaño de letra
  • Aumentar tamaño de letra
  • Raúl Gutiérrez Velásquez

  • Martes 29 de octubre de 2024 - 09:45

  • cinesa.es

En los anuncios de películas que se exhibirán en los cines chilenos a partir del jueves 31 de octubre figuran títulos como “El Exorcista”, “Terrifier 3”, “El Resplandor” y “El Silencio de los Inocentes”. ¿su factor común?:  la totalidad tiene elementos de suspenso y miedo y que todas fueron programas la jornada en que en muchas personas en el mundo estarán celebrando la fiesta de Halloween.

Además, cintas recientes del género, como “La sustancia”, ya suman más de 100 mil espectadores desde su estreno (incluyendo el dato de que, en su primer fin de semana, logró llevar 15.489 personas a las salas).

Números más, números menos, las cifras reflejan que, a nosotros como chilenos, nos gusta ver tanto en la pantalla grande, como en las chicas (gracias a las plataformas de streaming) historias que nos muevan hacia el miedo, los gritos, las muertes, la sangre y los escalofríos.

¿POR QUÉ NOS GUSTA VER EL MIEDO?

En Chile algunos directores que han trabajado historias basadas en el miedo son Javier Attridge (“Wekufe: El Origen del Mal”), Lucio Rojas (“Muerte Ciega”, “Trauma” y “ILL. Final Contagium”, entre varias otras) y Jorge Olguín.

Este último es el director de las películas “Ángel Negro” (2000), “Sangre Eterna” (2002), “Solos” (2008), “Caleuche” (2012), “Gritos del Bosque” (2016), “La Casa” (2019) y “Análogos” (2024) y en conversación con Diario Usach responde por qué los chilenos somos tan afines a las películas de terror: “primero, creo que el género funciona como una especie de catalizador para poder expresar emociones que están en nuestro inconsciente, o cosas que quizás no nos atrevemos a mirar en la realidad, pero que podemos verlas protegidos tras una pantalla”.

El realizador afirma que, a lo anterior, también se agrega que ese tipo de filmes permiten “vivir una experiencia, observar, y quizás, acercarse un poquito a la muerte sin sufrir ninguna consecuencia, además de, descubrir lo desconocido para tratar de identificarlo, ver una forma y lograr sobrevivir a ese proceso. Es como cuando la gente va a las montañas rusas en los parques de diversión para hacer cosas de alto impacto para el cuerpo, la psiquis, el alma. Es como exponerse, pero con un elemento de seguridad sabiendo que no les va a pasar nada”.

Otro especialista en esta materia es Jorge David, conocido en el mundo de los medios de comunicación como “Doctor Zombie” (ha sido panelista de cine en radios como Rock & Pop y Sonar entre otras) y, actualmente, se desempeña como académico de la Universidad Mayor. En diálogo con Diario Usach sostiene que “los relatos o las historias tienen trascendencias en los pueblos dependiendo de la experiencia con las cuales se pueden identificar la gente. Entonces, si la violencia está presente, si es reflejable, es algo que se consume porque es algo que está”.

“Dr. Zombie” relata que, en el caso de Chile, el interés por este estilo particular de cinematografía se da por las grandes experiencias de violencia que han ocurrido dentro de nuestras fronteras (como la del golpe de Estado) a que se suma una fuerte influencia histórica de la iglesia católica durante muchas décadas.

“El país es bastante conservador y, aunque mucha gente sostenga que es progresista, no lo es. Y en las culturas que tienen un mayor nivel de prohibiciones, las libertades se vuelven más atractivas. Aquí, las películas de terror tienen éxito porque representan algo que pasa, que está fuera de control y porque pertenecen al mundo de lo mágico, lo divino”.

Para Jorge Brower, doctor en Estudios Americanos con mención en Pensamiento y Cultura y académico del Departamento de Publicidad e Imagen de la Universidad de Santiago sostiene que “el cine de terror es de gusto masivo en los públicos del todo el mundo. En el caso chileno, gusta bastante pero no es todo lo que único podría imaginarse".

Agregó que "el cine de este género sigue siendo consumido por nichos específicos de personas que generalmente pertenecen a perfiles psicográficos y sociográficos bien determinados. Son cinéfilos, lectores de terror y de campos afines como la ciencia ficción. Con la integración de culturas exógenas, como es el caso de Halloween, en el caso de Latinoamérica, y de Chile en general, ha ido entrando más el tema del terror, pero no es que tengamos una historia con este tipo de películas. Yo creo que ahora se está abriendo más al gusto popular”.

En la vereda del cine de terror hecho en Chile, el “Doctor Zombie” señala que “incluso Jorge Olguín toca tópicos que tienen que ver con la historia del país marcada por la dictadura. Si vemos el trabajo de Lucio Rojas, que es un gran director chileno que poco se conoce en el país porque no estrena sus filmes de manera local, sus temas tienen que ver con historias de torturadores. Ellos son los villanos, los viejos integrantes del aparato represor de aquellos años”.

Olguín toma el punto e indica que el interés por las historias de miedo en este territorio pueden estar relacionadas con “ciertas represiones y catarsis no resueltas. Nuestra historia como nación partió de manera muy violenta hace más de 500 años con la llegada de los españoles, tenemos eso en nuestro ADN y quedó plasmado”.

Con esa misma perspectiva, el director de “Sangre Eterna” resalta las situaciones vividas en los años en que Pinochet estuvo en el poder. “Y ahí, quizás el cine de terror podía provocar una especie de alienación que también funcionó como catarsis. La literatura latinoamericana estuvo mucho más avanzada con el realismo mágico en donde se podían expresar el encuentro de diferentes mundos”.

LAS FAVORITAS DEL OJO EXPERTO

Aprovechando la contingencia de halloween, tanto el “Doctor Zombie” como Jorge Olguín conversaron sobre sus películas de terror favoritas. Para el primero, sus filmes preferidos son “El Exorcista” (1973). El docente de la Universidad Mayor sostiene que la obra de William Friedkin “a menos que conozcas el libro, solo sabes que la protagonista está poseída por un demonio, pero no que ese ser se llama “Panzuzu” o que proviene del medio oriente. No te explica nada y uno solo tiene la inquietante narración que se está mostrando alfo que se sucede a una niña y que supera a la realidad. Y eso es terror”.

Y en lo que respecta a las temáticas de horror, el especialista recomienda “La Profecía” (1976) de Richard Donner  y “Al Final de la Escalera” (“The Changeling) (1980), dirigida por Peter Medak.

Jorge Olguín, por su parte, recomienda “Häxan. La Brujería a Través de los Tiempos” de Benjamin Christensen (1922). “Es una película muy antigua, muda, y en el que se muestra el proceso terrible que se dio durante la inquisición con la caza de brujas. Es interesante porque sigue asustando con su recreación del mundo de los infiernos. Se puede ver libremente en YouTube”.

Otras de sus películas favoritas son “El Bebé de Rosemarie” de Roman Polaski (1968) y “Masacre en Texas” de Tobe Hooper (1974).

Consultado por sus propias obras, Olguín reconoce que le cuesta elegir una (por el cariño que le tiene a cada una de sus cintas), pero si es por recomendar se queda con “La Casa”, film de 2019 y que hoy se puede ver gratuitamente a través de la plataforma de Onda Media. “Está protagonizada por Gabriel Cañas y yo tenía la intención de mostrar cómo eran los toques de queda en los ochenta, en los tiempos en que yo era niño. No sabía que luego pasaría, primero con el estallido social y, después, con la pandemia”.

El realizador sostiene que esa cinta “es muy simple” pero “muestra otro tipo de horror. Uno que está más dentro de nosotros y da cuenta que una casa puede ser el reflejo de nuestra ‘psiquis’. Fue meterse en la cabeza del personaje mientras vive en su propio infierno”.

Para quienes sean seguidores de carrera de Olguín, actualmente el director está trabajado en un proyecto llamado “Kalkutún, Juicio a los Brujos”, una película apoyada por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) y que está inspirada en hechos ocurridos en Chiloé en 1879. será parte de diversos festivales, se estrenará en cines en octubre de 2025 y luego será exhibida como miniserie por las pantallas de TVN.

Leer también