Si miramos nuestras carreteras hoy en día, es evidente que la forma en que nos movemos está cambiando. La electromovilidad poco a poco ha ido masificando en la búsqueda de un transporte más limpio y eficiente en términos de energía. Los autos y buses eléctricos ya no parecen tan lejanos y nos estamos habituando a ellos, pero hay más tecnologías a las que es bueno echarles un vistazo:
Conducción Autónoma:
La conducción autónoma está transformando la forma en que viajamos. Ya es posible sentarte en tu automóvil y dejar que la tecnología se haga cargo de la conducción. Pero eso no es todo, los vehículos autónomos pueden comunicarse entre sí y coordinar movimientos, lo que significa menos congestión y un uso más inteligente de las carreteras. Además, estos vehículos pueden ser alimentados por energía limpia, como el hidrógeno verde.
Hidrógeno Verde:
El hidrógeno verde se produce utilizando electricidad renovable y puede alimentar vehículos eléctricos sin emitir gases contaminantes. Además, el hidrógeno es 200 veces más denso energéticamente que el litio, por lo que vehículos de hidrógeno ofrecen una mayor autonomía y pueden emplearse en grandes medios de transporte como trenes, aviones y camiones.
Vehículo a Red:
En casos de catastrofes climáticas (cada vez más frecuentes), ¿te imaginas si tu automóvil pudiera energizar tu casa por hasta una semana? Aquí es donde entra en juego el concepto de "Vehículo to Grid" (V2G), que se refiere a la capacidad del vehículo (y su cargador) de compartir la energía que ha almacenado. Esto permite muchísimas cosas, entre otras apoyar a la red en casos de emergencia, vender energía a la red, o administrar la demanda energética en momentos de alta necesidad.
La Electromovilidad 2.0 no es solo sobre vehículos eléctricos. Es un conjunto de tecnologías que apuntan a un ecosistema de movilidad más limpio, eficiente y conectado. La conducción autónoma reduce el estrés en el camino, el hidrógeno verde impulsa nuestros vehículos con energía limpia y el V2G convierte nuestros automóviles en fuentes de energía en movimiento. Pero, como siempre en tecnología, hay desafíos por superar, como el costo y la infraestructura. Sin embargo, con la inversión adecuada y el trabajo de universidades, como la USACH, el futuro de la electromovilidad se ve prometedor. En 12 años más, todos los vehículos del país y el mundo deberían ser eléctricos, queda poco tiempo!