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Falleció Ruth Olate: La dirigenta sindical que abogó por los derechos de las trabajadoras de casa particular

Aunque ingresó al mundo sindical a sus 45 años, Ruth hizo historia en defensa del trabajo precario en nuestro país. “Ella le puso dignidad a nuestro trabajo”, señaló María Cotal, presidenta de Sintracap.

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  • Josefa Garrido

  • Miércoles 23 de octubre de 2024 - 11:50

Ruth Olate tenía 12 años cuando comenzó a trabajar en una casa puertas adentro. Ahí se inició un camino que la llevaría más tarde a convertirse a una de las lideresas sindicales más importantes de Chile.

La icónica dirigenta, quien tuvo un rol muy activo en la discusión acerca del empleo doméstico en nuestro país,  falleció la noche del martes a los 65 años debido a un cáncer de mama con el que lidió por más de una década. Su historia, como el de muchas mujeres que rompen estereotipos, es una de rebeldía. 

A corta edad tuvo que trabajar. Su papá murió en Santa Juana, al sur de Concepción, cuando ella tenía seis años, y como su mamá no podía mantener a siete hijos, ella se empleó como trabajadora de casa particular. En conversación con La Tercera, en una oportunidad sostuvo que "desde chica vi que todas las niñas dejaban a sus hijos con sus mamás y con sus hermanas para salir a trabajar, y eso no es lo que yo hubiese querido".

Desde pequeña Ruth inició un camino para mejorar las condiciones laborales de miles de mujeres que, como ella, comenzaron a trabajar desde niñas bajo un sistema donde dominaba la precariedad.

Sus compañeras del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (Sintracap) fueron testigos de los sacrificios y dolores que tuvo en su vida. María Cotal, actual presidenta de la organización, recuerda que siempre trataban de mostrarle su afecto y admiración. “Ella tuvo que renunciar a su trabajo, a su vida personal, y dedicarse en cuerpo y alma a esta lucha”, dice.

SU VIDA POLÍTICA

Al mundo sindical ingresó ya de adulta, con 45 años, tras un viaje a Osorno con sus jefes. Peregrinó por diversas organizaciones sindicales y en 2006 llegó al Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (Sintracap).

En ese organismo, Ruth haría historia y en 2008 llegaría a la presidencia, en la que fue reelecta cuatro veces. Uno de sus grandes logros fue la ley 20.786, que estableció varios cambios, entre ellos, mejoras salariales, disminución de la jornada laboral, contratos legales y descansos irrenunciables para las trabajadoras de casa particular.

Al respecto, Cotal destaca que gracias a la aprobación de este tipo de iniciativas, hoy su trabajo se mira con otra perspectiva. “Hasta hace muy poco era un trabajo muy poco valorado y era discriminado también. Por eso digo, ella marcó un antes y un después en nuestra lucha”, plantea.

Además, no tuvo miedo en involucrarse en otros escenarios. En plena convulsión social derivada del estallido social, no dudo en presentarse como candidata a la Convención Constitucional, aunque no fue elegida no dudo en levantar siempre su bandera en la defensa del trabajo precario.

Su recorrido en el mundo político, tuvo que ser pausado por la noticia de un cáncer de mama, por lo que dejó Santiago y se fue a vivir con su hermana a la Región del Biobío, falleciendo en esa localidad por los problemas derivados de su enfermedad.

UN LEGADO ETERNO

“Ella le puso dignidad a nuestro trabajo”. De esta manera, María Cotal, destaca su trayectoria y le necesidad de rendirle tributo. Por eso, decidieron formar un sindicato que llevará su nombre: Sintrahogar Región Metropolitana, Ruth Olate.

La dirigenta se enteró de esta noticia en vida y significó algo importante para ella. “Nos autorizó de que llevará su nombre. Justamente lo estamos formando en honor a su legado. Nosotras con esto le demostrábamos a ella, lo mucho que valorábamos su lucha y su renuncia”, agrega.

Serán muchos los homenajes para Ruth y sus compañeras saben que se lo merece. Fue valiente, pese a las complejidades que se enfrentó en la vida. “Fue nuestro ícono, pero detrás de ella había gente que la ayudábamos empujar el carro, donde a través de ella expresábamos las necesidades de nuestro sector. Ella era la encargada de ponerle el pecho a las balas”, sentencia María.

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