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El fiscal nacional Ángel Valencia aseguró que los trabajos entre las policías y el Ministerio Público están logrando golpear al Tren de Aragua, organización transnacional de crimen organizado con alta presencia en Latinoamérica.

En la mañana de este viernes, el líder persecutor concurrió a la Jefatura Nacional de Cibercrimen de la Policía de Investigaciones (PDI), donde junto al director general de la institución, Sergio Muñoz, informaron sobre la "Operación Orión 2", que permitió capturar a 95 imputados por almacenamiento de registros de explotación y/o abuso sexual de niños, niñas y adolescentes.

En ese contexto, fue consultado por la posibilidad de que el Tren de Aragua se esté instalando en el país. Al respecto, contestó que "yo no quisiera decir que se está asentando, todo lo contario, es más bien lo inverso, porque le estamos pegando fuerte".

"Si estamos en condiciones de poder identificarlos y empezar a contarlos es porque le estamos pegando fuerte. Siguen operando en la clandestinidad, pero significa que ya los tenemos detectados", añadió, a propósito de las últimas diligencias que permitieron detener a miembros de la banda en la Región del Biobío.

Por su parte, Muñoz destacó que la desarticulación es gracias a "largas y extensas horas de trabajo (...) y que nos permite poner a disposición de los tribunales a estas organizaciones criminales, transnacionales, que nos debe motivar a seguir robusteciendo este trabajo".

"En Chile, es el único país donde se ha detenido a estas fracciones del Tren de Aragua fuera de Venezuela, y eso también es algo importante y está dando la señal de que sí está funcionando la institucionalidad acá", indicó el mandamás de la PDI.

El violento grupo nacido en la cárcel de Tocorón ha logrado expandir sus tentáculos por gran parte de Sudamérica, siguiendo y aprovechándose de la ruta que realizan los migrantes. Según información de diversas policías de Colombia, Perú y Chile, la banda transnacional se dedica al menos a 20 delitos.

Entre ellos, se encuentran la extorsión, secuestro, robo, estafa, homicidios, sicariatos, narcotráfico, lavado de dinero y venta de armas. Sin embargo, sus mayores réditos los obtienen de la trata de personas para fines sexuales y el tráfico de migrantes, principalmente de sus mismos connacionales.