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En el Chile de fines de los 90 y comienzos de los 2000, en una transición construida en los cimientos de la impunidad de los crímenes de la dictadura, Agustín Sinclair -el personaje principal de “La sangre que corre por sus venas” (Los Perros Románticos, 2024)- se propone una sanguinaria misión: hacer justicia con sus propias manos por el crimen de sus padres detenidos desaparecidos.

Y en esta “cacería” se encamina por oscuras rutas de Santiago, Valparaíso y Coltauco, para dar con el paradero de antiguos oficiales de los aparatos de seguridad. Un thriller policial que cuestiona concepciones políticas, filosóficas y literarias. Una víctima que se convierte en victimario, haciendo coexistir la venganza con la justicia.

Para conocer más detalles de esta obra, en “Frecuencia Pública” de Radio Usach, la periodista Daniela Figueroa conversó con su autor, el periodista Francisco Marín Naritelli. Al respecto el escritor comentó que “cuando pensé un poco en la elaboración de este libro en términos de temporalidad y espacialidad, pensé en que el 90 vino de frentón. Creo que por un tema principalmente generacional, en esa época todavía había esta sensación de que se podía hacer justicia, pero que no había justicia”.

Sobre el enfoque que le quiso dar a su novela, Marín señaló que buscaba cambiar el punto de vista, porque para él “esta época de la transición democrática, reviste el problema que muchos de los protagonistas del conflicto, como el mismo Pinochet, aún estaban presentes y en la vida pública. Era importante una mirada desde un tono más vivo, desde el asesino, no del traumatizado, sino de la víctima que se transforma en victimario. No desde el drama social, le quise dar una  visión más activa al personaje”.

Finalmente el autor se toma el tiempo para una reflexión: “Yo creo que la ficción permite cosas como hacer justicia frente a crímenes de la dictadura. Yo sé que no es lo mismo y que no corresponde al plano material, pero sí ayuda y aporta también a la reflexión más allá del abanderamiento que uno puede tener entre los personajes”, agregó el también autor de libros como “El Perfecto Transitivo” (Filacteria, 2019) o “Interior con ceniza” (Ceibo, 2018).