Investigaciones al interior de la excolonia Dignidad revelaron la existencia de una edificación subterránea en el enclave alemán ubicado en el sur de Chile, que fue utilizado como centro de detención, torturas y exterminio durante la dictadura civil militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
La ministra en visita de la Corte de Apelaciones Paola Plaza manifestó que el hallazgo y el carácter de los peritajes desplegados en el lugar se dan en el marco del "compromiso asumido en la búsqueda de las víctimas y todo aquello que contribuya al descubrimiento de la verdad de lo ocurrido en la ex Colonia y la forma en que operó durante el régimen militar”.
Hace varios días que un grupo interdisciplinario de especialistas del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI) y de la Brigada Investigadora de Delitos contra los Derechos Humanos trabaja para recabar pistas y antecedentes que permitan esclarecer algunos de los crímenes que se cometieron en el sitio, como la desaparición sistemática de opositores políticos a la dictadura.
Junto a este equipo, se desplegaron en coordinación peritos paisajistas, planimétricos, fotógrafos, mecánicos y operadores tácticos, además de un grupo de arqueólogos y del Núcleo de Investigación en Riesgos Naturales y Antropogénicos de la Universidad Austral de Chile.
En principio, se cree que el ´búnker´ funcionó como un puesto de vigilancia, aunque no se tenía registro previo de su existencia. El lugar ya fue despejado y fijado pericialmente, en tanto se realizan diligencias para determinar su finalidad y fecha de construcción.
INVESTIGACIÓN
El Gobierno presentó hace un año el Plan Nacional de Búsqueda, cuyo objetivo es "esclarecer las circunstancias de desaparición y/o muerte de las personas víctimas de desaparición forzada, de manera sistemática y permanente, de conformidad con las obligaciones del Estado de Chile y los estándares internacionales", según la web del programa.
Es la primera vez desde el retorno a la democracia que el Estado chileno asume la búsqueda de los desaparecidos, pues hasta ahora la tarea había estado a cargo de grupos de familiares, agrupaciones de víctimas de la dictadura y organizaciones de derechos humanos.
Durante décadas, según consta en registros judiciales y periodísticos locales, los jerarcas de la ex Colonia Dignidad sometieron a esclavitud y tormentos a colonos alemanes, abusaron de niños y fueron cómplices y encubridores activos de los crímenes de la dictadura cívico-militar; sin ir más lejos, contaron con el respaldo de altos dirigentes de la derecha chilena hasta avanzada la década de los 90, como el exministro de Justicia del gobierno de Sebastián Piñera y militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín.
Colonia Dignidad operó como centro de detención clandestino entre 1973 y 1974, sitio al que llegaron prisioneros desde distintos puntos del país tras el golpe militar, incluyendo Santiago. La Colonia Dignidad, un enclave alemán situado a unos 380 kilómetros al sur de Santiago, fue fundada en 1961 por un grupo de alemanes reclutados por el suboficial nazi Paul Schaefer.
Durante décadas, los jerarcas de la colonia burlaron las leyes chilenas, y el primer presidente tras el retorno de la democracia a Chile, Patricio Aylwin (1990-1994), le retiró la personalidad jurídica, que describió como "un Estado dentro del Estado”.
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