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“2023 no ha sido el mejor año respecto a la polución ambiental en la Región Metropolitana, pero es destacable que haya menos horas de preemergencia”, sostuvo el investigador de la Usach, Ernesto Gramsch. 

El académico especialista en distribución espacial y temporal de la contaminación del aire, comentó así el informe del Ministerio de Medio Ambiente que indicó que este año se posicionó como el mejor en calidad del aire desde que comenzó a operar el primer Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA), que data de 1997, superando incluso al 2020, en plena pandemia por COVID-19. 

Gramsch destacó que las últimas estadísticas representan un efecto positivo en la salud, aunque “no ha sido el mejor año porque en 2013 no hubo preemergencias y el 2017 se registraron dos episodios con MP 2,5, al igual que ahora”.

“Si uno mira los promedios mensuales y la contaminación en general, no solo las preemergencias, notamos que es similar a años anteriores e incluso mayor que los años 2016 y 2017”, expresó el Doctor en Física.

Las razones de las actuales buenas cifras Gramsch las adjudica a que “aún estamos viviendo las consecuencias de la pandemia, con mucha gente  trabajando de manera telemática”.

Sin embargo, aclara que  la gestión de transporte no tendría incidencia en las estadísticas porque es similar cada año. “Lo que sí tuvo un efecto fueron los episodios de lluvias durante el periodo”, dijo.

De acuerdo al informe del Ministerio de Medio Ambiente, en 2023 se registraron 243 horas en episodio por material particulado 2,5 (MP2,5), 25% menos que en 2022. En 2020, segundo mejor año, se contabilizaron 270 horas en episodio crítico.

Añade el documento que en este periodo de mala ventilación en la Región Metropolitana se registraron 17 episodios críticos, siendo el mejor año desde que se cuenta con un plan de descontaminación, igualado por el 2020, en plena pandemia. En específico, fueron 2 preemergencias y 15 alertas ambientales.