Ñublense y Curicó Unido se subieron al podio del torneo nacional, ese donde Colo Colo alcanzó la cima de campeón. Dos equipos de provincia, con presupuestos mucho más acotados que los grandes, con un historia más breve y menos exitosa, alcanzando por primera vez en su registro la clasificación a la Copa Libertadores, faltando definir quién va a la fase de grupos directamente y quién jugará las rondas previas.
Campañas extraordinarias, que no son casuales. Jaime García ascendió hace un par de temporadas con Ñublense. Mantuvo la conducción del equipo en Primera División cuando el murmullo y el lugar común indica que el equipo recién ascendido es el principal candidato a bajar al año siguiente.
De inmediato llamó la atención con un juego ofensivo, intenso, con cuidado por la pelota, esmero en la distribución y tratando de protagonizar todos los juegos. García logró recuperar jugadores que venían casi desterrados y potenciar a algunos jóvenes que en sus clubes de origen tenían poco espacio. Ha logrado que los futbolistas se comprometan con su idea al nivel de rotar posiciones y hacer sacrificios tácticos que no se entienden desde otro lugar que no sea el convencimiento. Este año confirmó los parabienes que había insinuado en el 2021.
Lo de Damián Muñoz en Curicó es un caso muy poco frecuente. Muñoz hizo todo en el club. Jugó, fue técnico de la rama femenina, de todas las categorías inferiores, ayudante de campo de varios entrenadores, interino, hasta que el club le dio la oportunidad después del desastre que había dejado Martín Palermo.
En el 2021 logra salvar al equipo del descenso y este año elige con pinzas a los refuerzos, cumpliendo la mejor campaña del club en sus casi cincuenta años de historia. Muñoz propone un juego de transiciones rápidas, pero siempre con trato de balón elaborado, juego por banda como característica esencial, no se amarra a un esquema de juego determinado sino que se va amoldando a las condiciones del partido.
Si ambos entrenadores fueran extranjeros, es probable que estarían sonando en las bancas más importantes de Chile, pero se suele asegurar, en base a nada, que son técnicos para “equipos chicos”. ¿Cómo se hace esa distinción? No hay una respuesta clara ni certera.
Faltando una fecha, Jaime García y Damián Muñoz llevaron a sus equipos a instancias inéditas y eso es digno de aplauso. El medio ha ganado dos entrenadores para seguir con atención.