La implementación de la Agenda "Mejor Trabajo en Investigación" representa un cambio paradigmático que impactará significativamente al ecosistema de investigación, desarrollo e innovación.
Este nuevo enfoque visionario no solo busca mejorar las condiciones laborales de quienes se dedican a la investigación científica, sino que también fomentará una cultura de innovación y colaboración que trascenderá los límites académicos. A través de políticas inclusivas y sostenibles, que vayan a la par con el desarrollo científico y tecnológico, se contribuye de manera decisiva al progreso económico y social de Chile. Es hora de trabajar juntos para transformar la visión en realidad y asegurar un futuro prometedor para la I+D en nuestro país.
La Agenda recién lanzada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, marca un hito para quienes dedicamos nuestras vidas a generar nuevo conocimiento. Como investigadora, veo con esperanza estas iniciativas que buscan no solo avanzar hacia mejores condiciones laborales, sino también garantizar un entorno libre de violencia y discriminación para académicos/as, investigadores/as y profesionales que articulan el ecosistema.
La Investigación y Desarrollo Sostenible debe ser un Imperativo para el futuro de Chile. Estamos acostumbrados a importar tecnología y resolver problemas del primer mundo, pero el Ministerio y los distintos actores, sabemos que el crecimiento está ligado a la investigación vinculada y colaborativa entre academia, sectores públicos/privados y sociales.
En este escenario, se vuelve relevante el fortalecimiento de los sistemas de información sobre nuestras trayectorias científicas y tecnológicas, sobre todo cuando el apalancamiento de recursos se está moviendo hacia otras fuentes de financiamiento, principalmente la industria privada, generándose lazos y colaboraciones imposibles de pensar hace 10 años.
Por otro lado, la Agenda "Mejor Trabajo en Investigación" innova en otro aspecto crucial: la conciliación de la vida familiar y personal. Este enfoque no solo está en línea con cómo pensamos la sociedad hoy en día, sino que también reconoce la precaria situación laboral de muchos/as doctores/as en universidades, centros e institutos, donde sus funciones dependen de la adjudicación de proyectos, resultando en condiciones laborales inestables y frágiles.
Que la Agenda mencione y adquiera el compromiso de avanzar en esta área es destacable, y forma parte del fortalecimiento de una sociedad robusta a nivel científico. Aunque suene como una obviedad, desarrollar investigación es un trabajo de muchas horas, donde la familia también contribuye al éxito del investigador o investigadora.
Y también es positivo el reconocimiento y futuro de la carrera académica, sobre todo para investigadores/as postdoctorales. En cinco años deberíamos tener cifras para evaluar este progreso, mientras atraemos la atención de más jóvenes hacia la I+D. "Investigar es trabajar" es un gran lema que reconoce que una carrera en investigación implica aprendizaje continuo y producción de conocimiento científico y tecnológico, desarrollo de metodologías y estrategias, visiones integrales, horas de práctica y ensayo/error.
Si el país quiere crecer y diversificar sus matrices productivas, debe dar un reconocimiento a una vida dedicada a la investigación y avanzar en la promoción de la estabilidad laboral para quienes se dedican a innovar, tanto desde la academia como desde la gestión profesional. Es el momento también, de impulsar la inserción de profesionales con doctorado en el sector público y privado y no limitar la investigación a las universidades, centros o institutos; las tesis en vinculación con la industria financiadas por ANID son un buen ejemplo de que hay espacio, existen necesidades, se trabaja en colaboración y se evidencia un mayor involucramiento del sector productivo.
Invito a mis colegas y a la sociedad en general, a apoyar esta Agenda “Mejor Trabajo en Investigación” y a colaborar siempre para construir un futuro donde la I+D se realice en condiciones dignas y justas. El desarrollo de Chile depende de la ciencia y la ciencia depende de los investigadores/as y profesionales de gestión de la innovación, los que han emergido como articuladores necesarios y con muchos saberes complementarios al rol de investigador/a.