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En la era digital, las laptops se han convertido en herramientas indispensables para estudiantes, profesionales y empresas. Sin embargo, a medida que aumenta su uso y se instalan más aplicaciones, su rendimiento puede verse afectado, lo que las hace más vulnerables a amenazas cibernéticas. Más allá de los programas innecesarios o mal optimizados, hoy existe un riesgo aún mayor: la creciente sofisticación de los ciberataques impulsados por la inteligencia artificial (IA).

Desde la personalización de ataques de phishing hasta la creación de nuevas variantes de ransomware, la IA generativa ha permitido a los ciberdelincuentes perfeccionar sus estrategias. Ahora, estos ataques no solo comprometen sistemas informáticos, sino que también pueden dirigirse a altos directivos, afectando la reputación de empresas y organismos públicos.

Además, el uso de IA en ciberataques permite sortear barreras de seguridad con mayor eficacia, poniendo en riesgo datos sensibles y operaciones críticas.

En 2024, sectores clave como la administración pública, la industria y la sanidad fueron los más afectados, y se espera que esta tendencia continúe en 2025. Mientras la ciberseguridad se adapta a esta nueva amenaza, los delincuentes digitales continúan aprovechando la IA para generar virus y estrategias de ataque cada vez más avanzadas, redefiniendo el panorama de la seguridad informática a nivel global.

CÓMO CUIDAR LOS DISPOSITIVOS

Lo primero que se debe hacer es identificar y eliminar programas innecesarios que consumen recursos del sistema. A menudo, las laptops, como la notebook MSI, vienen con aplicaciones preinstaladas que nunca se usan, pero siguen ejecutándose en segundo plano, lo que ralentiza el sistema.

Para optimizar el rendimiento de una laptop es esencial desactivar los programas de inicio que no necesitas. Muchos de estos programas se cargan automáticamente al arrancar el sistema, lo que puede consumir una gran cantidad de memoria RAM y CPU. Puedes gestionar los programas de inicio desde el Administrador de tareas en sistemas operativos como Windows.

En cuanto a los ataques y programas maliciosos, lo primero que se debe hacer para prevenirlos es contar con un software de seguridad confiable. Un antivirus actualizado es esencial para detectar y bloquear amenazas en tiempo real. Además, es recomendable complementar su protección con herramientas antimalware y activando el firewall del sistema operativo, lo que ayuda a evitar accesos no autorizados.

También es clave desconfiar de correos electrónicos sospechosos o enlaces desconocidos, ya que el phishing sigue siendo una de las principales vías de infección.

Otra medida fundamental es mantener el sistema operativo y todos los programas actualizados. Las actualizaciones no solo mejoran el rendimiento, sino que también corrigen vulnerabilidades de seguridad que los ciberdelincuentes pueden aprovechar.

 Activar las actualizaciones automáticas en Windows y en aplicaciones clave minimiza el riesgo de exposición a nuevas amenazas. Asimismo, es recomendable desinstalar programas obsoletos o aquellos que ya no se utilizan, pues pueden representar puntos débiles en la seguridad del equipo.

Por último, el uso de redes seguras es clave para evitar infecciones. Evitar conexiones a redes Wi-Fi públicas sin protección o utilizar una VPN puede reducir el riesgo de ataques. Además, hacer copias de seguridad periódicas de los archivos importantes en dispositivos externos o en la nube permite recuperar la información en caso de un ataque de ransomware. La combinación de estas medidas refuerza la seguridad de la laptop y disminuye el riesgo de ser víctima de virus y ciberataques.

 ¿QUÉ AFECTA A LAS COMPUTADORAS?

Además de los programas maliciosos, uno de los factores más comunes que afecta el rendimiento es la sobrecarga de programas y aplicaciones en segundo plano. Muchas veces, incluso si no estamos utilizando una aplicación de manera activa, ésta sigue ejecutándose y consumiendo recursos valiosos como la memoria RAM y la CPU. Algunos programas, como los antivirus o aplicaciones de sincronización en la nube, pueden estar corriendo constantemente y afectando la velocidad de la laptop.

El espacio de almacenamiento también juega un papel fundamental en el rendimiento de la computadora. Si el disco duro o la unidad SSD está casi lleno, el sistema operativo puede experimentar lentitud al buscar archivos o realizar tareas de lectura y escritura. Es recomendable mantener al menos un 20% del espacio libre en el disco duro para evitar que el sistema se vea afectado.

MÁXIMO RENDIMIENTO

Para activar el máximo rendimiento de una laptop, es necesario realizar ajustes tanto en el software como en el hardware. En cuanto al software, una de las formas más efectivas de maximizar el rendimiento es activando el modo de alto rendimiento en el sistema operativo.

En laptops con Windows, puedes acceder a las opciones de energía en el Panel de control o a través de la configuración de energía en el menú de inicio. Al elegir el plan de energía de "Alto rendimiento", se evita que el sistema reduzca la velocidad del procesador para ahorrar energía, lo que maximiza el rendimiento.

Además, es importante asegurarse de que las aplicaciones y programas que realmente necesitas estén optimizados. Algunas aplicaciones tienen configuraciones internas que te permiten ajustar la cantidad de recursos del sistema que utilizan. Por ejemplo, muchos programas de edición de imágenes o video pueden funcionar de manera más eficiente si se ajustan para utilizar menos memoria RAM o procesos en segundo plano.

 LENTITUD EN EL PC

Para mejorar el rendimiento de una notebook MSI, es esencial gestionar adecuadamente los programas que afectan la velocidad del sistema, optimizar la configuración de energía, mantener el sistema limpio de malware y virus, y considerar opciones de mejora de hardware. Siguiendo estos pasos, se podrá recuperar la velocidad y eficiencia del laptop y disfrutar de una experiencia segura.