Crítica de discos

Manuel García despacha su disco más político con "La Jaula de los Sueños Olvidados", el décimo registro de la carrera del artista que cuenta con 14 canciones que tienen como denominador común, el Chile que despertó y que aún no olvida.

De acuerdo a lo declarado por el músico, el material: “Nació como una necesidad, muy personal, de verbalizar, a través de la guitarra la sensación que como ciudadano y vecino chileno he sentido estos últimos años en que nuestra historia, pareciera un intrincado laberinto de situaciones y de emociones que nos superan como pueblo”, confesó.

“Arte Poética”, la primera canción, ofrece de entrada un guitarreo crudo que contrasta con la voz dulce que nos evoca pena y desolación, y nos retrotrae al Manuel García de los comienzos, cuando en el norte dibujaba paisajes desde la cima de un árbol.

Con “Mi Bien” y “Si el tiempo mira atrás” el disco avanza con la simpleza de un caminante que dice lo que siente y vive, manteniendo el tono. Mientras que con “Agua y Chocolate”, el poeta se alza con una letra lúdica que busca en las costumbre culinarias, ese Chile que está desapareciendo.

Hasta que llegamos a “La Dulce Impaciencia”, donde la promesa de la canción manifiesto se cumple a la perfección con la influencia pura de la trova cubana. Surgen las historias del país del 19 de octubre de 2019 que salió a la calle y que significó un punto de quiebre que aún no cierra.

“Demonios, Hormigas y Palomas” hace referencia directa a  la nueva constitución que no llegó a puerto, nombrando a Elisa Loncón. “Copihues Negros” le habla a ese país dormido -como dice Ismael Oddó (Quilapayún), quien colabora en este corte.

Así entramos a “PLOP!”, “Besos de Libertad”, “El árbol del dinero” y “Qué Blancas son las flores negras”, donde surge la cultura popular juguetona que tanto ha marcado la carrera solista de Manuel García, metáforas de un sueño colectivo que no queremos olvidar. “Palomita de Mar” junto al dúo Los Macorinos funciona como un puente esperanzador con el México que nos conecta con la hermandad y las raíces comunes de antaño.

Para cerrar, el cantautor eligió la elegía poética del tema que da título al disco "La Jaula de los Sueños Olvidados", un desgarrador y conmovedor viaje por la veta más política de García. Como dijo en la presentación de este disco: “Son canciones que quizás preferiría no haber escrito nunca”.

Pablo Medel.