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Un aumento en el uso de cinturones de seguridad y cascos, pero también una preocupante alza en las distracciones al volante, marcan los resultados del estudio observacional de conductas viales realizado por la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset).

La investigación, que se llevó a cabo en 95 comunas del país, consideró el comportamiento de 35 mil conductores de vehículos, 4.962 motociclistas y 3.977 ciclistas, y fue comparada con la medición anterior realizada en 2021.

Entre los principales avances, destaca que el uso del cinturón de seguridad aumentó entre los conductores del 86% al 88%, y entre los copilotos del 72% al 78%. El mayor salto, sin embargo, se dio en los asientos traseros, donde el uso del cinturón pasó de 21% a 57%. Desde el Ministerio de Transportes, atribuyen este cambio en parte a “la implementación de sistemas de recordatorio de uso de cinturón de seguridad dentro de los vehículos más modernos”.

Otro aspecto positivo es el uso de sistemas de retención infantil (SRI), que subió de 33% en 2021 a 35% en 2024. Si bien el aumento fue leve, la cifra sigue siendo considerada baja. “Es un tema donde aún queda mucho por avanzar”, recalcaron desde la cartera. Por regiones, Los Ríos y Tarapacá lideran el uso de estos sistemas, mientras que en Aysén y Ñuble, 8 de cada 10 automovilistas no los utilizan.

En cuanto al uso del casco de seguridad, tanto motociclistas como ciclistas muestran un comportamiento más responsable. En 2024, el 97% de los conductores de motos y el 94% de sus acompañantes usaron casco, lo que representa un alza de 2 puntos respecto a 2021.

No obstante, no todo son avances. El informe también evidenció un incremento en el uso de elementos distractores durante la conducción, especialmente los teléfonos celulares, lo que representa un riesgo latente para la seguridad vial.

Desde Conaset hicieron un llamado a la conciencia y a la responsabilidad de los conductores y usuarios de las vías: mejorar las cifras no solo depende de nuevas tecnologías o leyes, sino también de hábitos individuales que pueden marcar la diferencia entre un trayecto seguro o un accidente.