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"Mátame de frente, quiero verte para darte el perdón": La conmovedora historia de los asesinados del Puente Bulnes

Ubicado en la intersección de las calles Bulnes y Balmaceda, este lugar fue escenario del fusilamiento de más de 20 personas inmediatamente después del Golpe de Estado de 1973.

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  • Texto: Fabián Escobar - Video: Gabriela Aravena

  • Martes 10 de septiembre de 2024 - 08:55

“No me pongas la venda, mátame de frente para darte el perdón”. Con esta desgarradora frase, pero llena de valentía y dignidad, se recuerda a las personas que fueron asesinadas a sangre fría en el Puente Bulnes, en plena ribera del Río Mapocho, en Santiago.

Ubicado en la intersección de las calles Bulnes y Balmaceda, este lugar, por donde a diario transitan cientos de personas, fue escenario del fusilamiento de más de 20 personas inmediatamente después del Golpe de Estado de 1973.

El Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación identificó que en este lugar fueron asesinados ocho trabajadores del Hospital San Juan de Dios, ocho personas que fueron detenidas desde la Población Nueva Matucana en Renca, y catorce personas detenidas en la Quinta de Recreo Los Sauces, de Puente Alto, entre los que se encontraban menores de edad y una embarazada de 6 meses. Todos ellos fueron trasladados a Puente Bulnes, donde fueron ejecutados y sus cuerpos arrojados al Río Mapocho.

Entre las víctimas también estaba el sacerdote catalán Joan Alsina, quien fue asesinado a balazos y que antes de morir lanzó la frase que se inmortalizó en el puente.

Nelson Bañados, un soldado conscripto de 18 años de edad, que realizaba el servicio militar obligatorio, fue quien le disparó siete balazos desde corta distancia al cura Alsina, como el mismo declararía en diversas ocasiones, antes de quitarse la vida. Enfrentado a su ejecutor, el cura Alsina pidió al recluta Bañados que no le vendara los ojos, para poder bendecirlo y darle el perdón, según confesó el propio recluta al sacerdote catalán Miguel Llodrá, miembro de la comunidad religiosa a la que pertenecía Joan Alsina en la comuna de San Bernardo, en la Región Metropolitana y quien se dio la tarea de buscar a su hermano detenido.

En 2024, 51 años después de la matanza, el lugar se ha transformado en un espacio que reúne diferentes memoriales, algunos de ellos muy deteriorados, como el de las imágenes de detenidos desaparecidos que hoy luce completamente rayado con grafitis.  ¿Será que acaso nuestra memoria se está apagando?

“El puente Bulnes permite recordar a mi hermano, y como él, a tanta gente que sufrió esta masacre. Y ahí encuentran un poco de paz y de amor. Que no se vuelva a repetir jamás lo que ahí pasó”, planteó María Alsina, hermana del sacerdote, quien visitó el lugar en 2023, a 50 años del terrible acontecimiento. 

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