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Desde hace alrededor de 15 años, la zona norte y centro sur de Chile se ha visto afectada por una mega sequía, pero el invierno de este año se vio marcado por intensas precipitaciones, ajustadas a los promedios históricos de milímetros caídos. Ante esto, ¿existe la posibilidad de que estas lluvias hayan terminado con la sequía?

El reciente informe del Ministerio de Obras Públicas entregó la respuesta: si bien permitieron aliviar la estrechez hídrica, en ningún caso las precipitaciones de este otoño e invierno dejaron atrás la sequía.

Para profundizar en los otros indicadores de este documento, en Sin Pretexto de Radio Usach, Mirna Schindler conversó con la ministra de Obras Públicas, Jessica López. Al respecto, la personera comentó que “este 2024 fue un año con más lluvias en algunas zonas para lo que estábamos acostumbrados en una sequía que lleva 15 años. Aprovecho de hacer un punto, porque hablar de una sequía es como una cosa temporal y yo creo que estamos en presencia hace varias décadas de un cambio de clima”.

“Sabemos cómo se ha ido desplazando el desierto hacia el sur, la sequía ha sido una de las expresiones, pero es el clima de nuestro país lo que ha ido cambiando. Llueve menos, tenemos menos nieve en la cordillera, es decir, el clima de nuestro país ha cambiado, reduciendo la disponibilidad hídrica”, advirtió.

A lo anterior, la ministra agregó que hay zonas en el país que siempre han enfrentado un panorama de escasez hídrica: “la zona norte de Chile siempre ha vivido con menor disponibilidad de agua. Por ejemplo, la ciudad de Antofagasta tiene una planta desaladora hace más de 30 años y más del 85% del agua que se consume es agua desalada, entonces entre comillas, ellos tienen este tema resuelto hace tiempo”.

Este informe emanado por el Ministerio de Obras Públicas hace un recuento en cada una de las cuencas más importantes del país, haciendo un recorrido de norte a sur para ver el estado de los embalses. En ese sentido, la secretaria de Estado acentúa que “en la zona metropolitana está asegurada el agua para la actividad agrícola, sin embargo es importante invertir en infraestructura, además es importante el uso adecuado del agua, usarla cuando se necesita solamente”.

En cuanto al pronóstico de la cantidad de agua resguardada en el embalse del Yeso, la ministra López comentó que “tenemos la tranquilidad de que vamos a poder pasar un verano tranquilo en la Región Metropolitana, ya que está asegurada el agua para la actividad humana, por ejemplo”.

Finalmente, la ministra López puso el acento en las proyecciones. “Los embalses son una inversión cara y tiene sus costos y consecuencias. Estamos aprendiendo a mejorar esas construcciones para que no generen tanto impacto ambiental. Además podemos hacer tranques de menor tamaño, que son más rápidos, es decir la combinación de ambas tecnologías, sumado a un adecuada canalización de las aguas, puede ayudar a lograr mejor eficiencia. Lo otro es construir plantas desaladoras en la zona costera del norte. Construiremos una desaladora de emergencia en Ovalle y en la cuenca del río Limarí, por ejemplo, hay varios proyectos”, adelantó.