Varias playas de la costa chilena, desde Arica a Chiloé, podrían desaparecer en un plazo de 10 años debido al avance de la erosión. Entre ellas las playas de Caleta Portales en Valparaíso y Reñaca en Viña del Mar.
Así lo revela una reciente actualización de la investigación del Observatorio de la Costa de la Universidad Católica, cuya directora, Carolina Martínez, advirtió que la intensificación de las marejadas en los últimos años, impulsadas por el cambio climático y el aumento del nivel del mar.
La académica explicó a El Mercurio de Valparaíso que “es un conjunto de factores que incluyen marejadas más intensas y persistentes, cambios en las cuencas hidrográficas y la componente antrópica de la ocupación costera”.
Según Martínez, “la alteración de las cuencas hidrográficas y la construcción sobre humedales y playas con una urbanización descontrolada que se convierte en el principal obstáculo para conservar y proteger estos ecosistemas”.
La experta dice que deben tomarse medidas de manera urgente, sobre todo para reducir la falta de regulación y mejorar el ordenamiento territorial en las zonas afectadas. Asimismo, promueve la aprobación del proyecto de Ley de Costas, actualmente en tramitación legislativa.
“Es un esfuerzo grande, hicimos un trabajo de revisión de leyes de costa exitosas y no exitosas en el mundo, y sobre esa base se entregó un articulado largo al Ministerio de Bienes Nacionales, pero hasta el día de hoy no hemos tenido ninguna retroalimentación”, afirma.
La moción está detenida en el parlamento a la espera de “el compromiso del Estado de Chile por legislar en este tema, a través de una ley que reconozca este carácter público y genere una modificación al Código Civil, que es la causa de fondo de esta problemática”, agrega Martínez.
Mientras tanto, “las playas se siguen perdiendo y se está afectando la vida humana y la vida en general por una falta de actuación”.
Una de las preocupaciones de la experta es que esta situación se visibilice a nivel de gobierno, porque se trata de “una propuesta de la ciencia” que surge del Observatorio de la Costa, lo que implica que detrás hay un trabajo científico que derivó en un diagnóstico con base científica sobre estos cambios y la necesidad de regulación, considerando a la costa como “un territorio único y singular”.
Por su parte Patricio Winckler, ingeniero civil oceanográfico, aporta en el mismo medio que el 90% de las playas chilenas están experimentando erosión y eso “es una tendencia a nivel mundial”, dijo.
El ingeniero afirmó que debido al aumento gradual del nivel del mar “las olas rompen más arriba de las playas y pueden tomar arena que antiguamente no tomaban y se la llevan mar adentro”.
Agrega que “la extracción de arena ya sea regular o irregular también contribuye a la erosión costera. Algunas acciones no tienen una visión sistémica, y la extracción irregular ocurre sin marco normativo, no hay permiso ni nada y la gente llega y saca”, afectando la biodiversidad del área y a las comunidades locales.
“El nivel del mar va a seguir aumentando, aumenta cada vez más rápido. Es un problema mundial. Y otros papers que hemos publicado también con Carola, indican que el proceso va a ser cada vez más complicado”, afirmó el ingeniero.
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