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¿Por qué los protectores solares tienen precios tan diferentes?

En el mercado hay muchos factores que indican un mismo nivel de protección pero que difieren mucho en su precio. Para entender este tema, conversamos con Héctor Sepúlveda, jefe de la especialidad de dermatología y venereología en la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach.

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  • Raúl Gutiérrez Velásquez

  • Martes 14 de enero de 2025 - 17:20

Desde hace algunas semanas gran parte del país está viviendo una ola de calor con temperaturas que superan los 30°. Es por eso que se hace necesario un cuidado de la piel ante los peligros que conllevan los efectos de los rayos ultravioleta (UV), ya sea que las personas estén en la playa, el campo o la ciudad.

Por lo mismo, el tema de los protectores solares cobra protagonismo. Pero, ¿qué se hace ante productos que indican un mismo nivel de efectividad pero que tienen precios muy diferentes?

A saber, basta con revisar los sitios que varias farmacias chilenas tienen en internet para observar que el valor de un factor 50 puede ir desde los $3.900 a los $16.000. ¿Cómo se puede entender esto?

“Eso se basa, en primer lugar, en la existencia de protectores que son de una línea más dermatológica y otros que son más cosméticos”, explica el médico Héctor Fuenzalida, jefe de la especialidad de dermatología y venereología en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago.

En conversación con Diario Usach, el facultativo describe que “los productos de línea cosmética, por lo general, no cuentan con estudios que avalen, de manera directa, su eficiencia y seguridad (por ejemplo, en lo concerniente a alguna reacción adversa que pueda producir su aplicación sobre la piel)".

Agrega que "en cambio, los que pertenecen al área dermatológica, conllevan investigaciones clínicas realizadas grandes grupos de población y en las cuales se han podido demostrar sus cualidades positivas (por ejemplo su calidad hipoalergénica). Entonces, obviamente un producto que ha sido sometido a pruebas científicas (ya sea en un laboratorio o en el ambiente exterior directamente con gente) va a tener un precio más alto"

Fuenzalida indica que no existe ningún producto químico que, de por sí solo, pueda dar una cobertura total a todos los rangos de la radiación ultravioleta (la A, la B e incluso la de la luz visible). Y por lo mismo, el médico señala que los fabricantes de los protectores de línea dermatológica han trabajado para cubrir la mayor parte de ese espectro. “Le han puesto ‘más techo al paraguas’, por decirlo de algún modo, integrando muchos más componentes que los productos cosméticos”, aclara.

Por otro lado, el académico de la Usach describe otros elementos que inciden en el precio final. Y uno de esos está basado en la calidad de los excipientes, es decir, “dónde se insertan las partículas que realmente protegen. Y eso puede hacer una diferencia entre una crema y otra”.

“Con los protectores cosméticos las personas se ven más blancas, los sienten más grasosos, cuesta sacárselos y pueden manchar la ropa. Ese tipo de características están mucho más controladas y reguladas por los productos más caros”, señala.

REGULACIÓN DEL ISP

Todos los factores solares que se venden en Chile deben contar con la autorización del Instituto de Salud Pública (ISP) y por lo mismo, tanto las cremas cosméticas como dermatológicas que se comercializan en el país cumplen con el objetivo de protección ante los rayos UV. Aquí el tema es su capacidad y tiempo de efectividad. “Si dice protector solar, es protector solar”, asevera el dermatólogo Héctor Fuenzalida.

“En los factores más económicos puede que la adherencia a la piel no sea tan buena y que se salgan con un lavado de cara, pero de que tienen protección solar, la tienen”, indica.

Otro punto interesante en el “mundo de la protección solar” es que, además de las diferencias ya descritas, también existen los factores de tipo químico y los que son catalogados como minerales. Y ojo, esto incide en la determinación para saber en qué momento se deben aplicar

Fuenzalida explica que los primeros son lo que “al tomar contacto con la piel, generan una pequeña reacción para lograr su efectividad. Y eso no ocurre antes de media hora”. Y, en lo que respecta a los segundos, “esos tienen dióxido de titanio (una especia de partículas metálicas) que funcionan como un espejo. Por lo tanto, se pueden usar justo antes de salir a la calle ya que son mucho más rápidos de actuar”.

¿QUÉ PASA SI NO USO PROTECTOR SOLAR?

En los que respecta a los riesgos de no usar un factor solar en estos días de verano, el médico de la Usach sostiene que los efectos se pueden dividir en dos: primeramente, están los agudos que incluyen las quemaduras solares inmediatas, enrojecimiento de la piel, la aparición de ampollas y la insolación (que se entiende como la emergencia médica que ocurre cuando el cuerpo se calienta demasiado y no puede regular su temperatura). 

Y en segundo lugar, están las consecuencias crónicas (efectos acumulativos por años de exposición solar) y que se expresan en manchas en la cara, en la piel y en los lugares foto expuestos del cuerpo, arrugas precoces y profundas y en los precánceres y cánceres

El doctor Fuenzalida recalca que los niños menores de un año no deben tomar sol antes del año de edad y recomienda que en los pequeños se utilice factores de tipo mineral “porque van a tener un efecto inmediato y, como la luz se refleja, no requiere que el producto interactúe con la piel para que se active. Además, con esto no se corre el riesgo de provocar una dermatitis, irritación o alergia”.

Finalmente, hay que considerar que el efecto promedio de un factor solar dura cerca de cuatro horas. “Ahora si las personas se lavan la cara o se meten a la piscina ese tiempo se reduce a un par de horas”, sostiene Fuenzalida.

Por lo mismo, señala que siempre es bueno considerar otros elementos de protección ante la luz solar. “Ojalá los niños ocupen trajes de baños completos y fabricados con telas anti rayos UV. Además, la idea es no exponer tanta piel al aire libre y ocupar sobreros que, en lo posible, tengan un ala de 7 centímetros para lograr una cobertura completa del cuello”.

Las sombrillas también sirven, todos esos elementos son complementarios”, concluye el especialista.

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