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En plena pandemia del Covid-19 se hizo popular en redes sociales el concepto de Trad wife, mujeres que viven su día a día como una esposa de inicios del pasado, pero ¿qué son y por qué la tendencia es criticada?

Su significado se traduce como "trad" de tradicional y "wife" por esposa en inglés, por lo que el término se refiere a ser "una esposa tradicional". Es decir, ser mujer al estilo antiguo, que le dedica tiempo en su totalidad a su esposo. Una vida alejada a los roles de género modernos.

La tendencia Tradwife ha generado controversia en redes sociales, ya que el término apunta a tener un rol de ama de casa, realizando solo tareas domésticas, manteniendo una visión muy conservadora.

El problema es que, con el tiempo, se dejó de normalizar esta figura y tomó más relevancia el concepto de "mujer empoderada" que vela por sus propios intereses, más allá de su rol de pareja, esposa y madre. Es en este punto donde comienza el debate entre los usuarios de redes sociales.

Una de las exponentes más famosa es Roro Bueno (22), joven española que tiene más de cuatro millones de seguidores. ¿Su método?  Sube videos donde muestra todo lo que le cocina a su novio, identificado como Pablo.

La actitud de la española desató un debate en redes sociales, pues un grupo numeroso de hombres cree que Roro es “la mujer de sus sueños” y que es el tipo de pareja que buscan tener a su lado. No obstante, hay otro grupo de personas que no está de acuerdo en que se normalice este actuar.

“Yo obviamente no estoy ahí para servir a Pablo. Si estoy haciendo esto es porque me encanta cocinar y bromeo mucho con que Pablo me pide cosas para tener la excusa de cocinarlas y que luego las disfrutemos los dos”, se defendió la española en conversación con el HuffingtonPost.

LA REINA TRADWIFE

Otra historia que saltó a la fama con esta tendencia es la de Hannah Neeleman, joven norteamericana de 34 años, que es considerada en redes sociales como la reina de las “tradwife”.

En una controvertida entrevista con el The Times, la joven reveló que dejó ir su sueño de ser bailarina de ballet profesional después de que conoció a David Neeleman, su actual esposo.

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Por estos días, la pareja, y sus ocho hijos, viveb en una granja de 132 hectáreas en una pequeña ciudad llamada Kamas, en el estado de Utah, Estados Unidos. Allí, tienen animales y cosechas que utilizan para su propio sustento, pero también para venderlos. Hannah es la que suele hacer casi todo el trabajo y lo muestra en redes sociales.

Mientras el sueño de Hannah era ser bailarina y vivir en Nueva York, el de Daniel era vivir en el salvaje oeste y dedicarse a la agricultura. Las aspiraciones de él sí se cumplieron, según la periodista Agnew que los entrevistó.

“Somos tradicionales en el sentido de que somos un hombre y una mujer que tienen hijos, pero siento que estamos allanando caminos que no se habían allanado antes”, le dijo al Times, Y es que al mostrar cómo vive una ‘esposa tradicional’, ha creado una especie de trabajo de influencer que es bien remunerado”, comentó la mujer.

¿CUÁL ES SU MOTIVACIÓN?

Uno de los tantos cuestionamientos que han recibidos las Tradwife tiene que ver con su real motivación para publicar este tipo de contenidos en redes sociales. Entre los reproches más leídos destacan que buscan ganar seguidores y seguidoras, y monetizar, a través de la polémica. Otros aseguran que las reivindicaciones de movimientos feministas se podrían ver amenazadas con estos contenidos.

“No creo que afecte a las peticiones del movimiento feminista. Creo que los feminismos están muy conscientes de que los patrones de roles son sujeto de transformaciones a largo plazo y que hay mucho trabajo respetuoso por hacer aún. Los cambios culturales son procesos donde, incluso, caben las contradicciones, roles que van cambiando, pero en convivencia con algunas permanencias”, comentó Teresa Pérez, académica Usach, experta en diversidades, inclusión y análisis de Redes Sociales.

La académica asegura que las críticas a las generadoras de estos contenidos pueden justificarse si se está criticando que se trate de reestablecer que “lo tradicional es lo natural y lo que debe ser. Así como que cocinar y/o cocinar para las parejas, es específico, es algo propio de mujeres tradicionales y de buenas mujeres”.